Desde hace un par de años abandoné la cobertura de eventos que hacía esporádicamente para dedicarme a la cobertura de eventos de tiempo completo y hacerlo un modus vivendi. He cubierto todo tipo de acontecimientos deportivos (esto no es una inserción pagada): desde campeonatos mundiales, Grand Prix, clasificatorios Olímpicos, hasta selectivos estatales, torneos locales, nacionales inventados, congresos, campamentos y todo lo que se les pueda ocurrir. Obviamente no se me hizo raro cuando me dijeron que iba ir a Portland a cubrir el U.S. World Open Taekwondo Championships 2024, evento auspiciado por la U.S. World Class Taekwondo Association o como nos gusta llamarlo a nosotros: “LA ESCUELA DE RICK”.

En estos años yo he visto casi de todo durante las coberturas, incluso me tocó estar en el palco de transmisión con PEGSA comentando en vivo el debut mundial de Kombat Taekwondo en diciembre pasado para ESPN en Colombia… Y es justo Kombat Taekwondo lo que me llevaba ahora a Portland, pues el formato se estrenó en su nueva modalidad de liga mayor y menor.

Honestamente yo iba muy emocionado por ver Kombat Taekwondo en un formato amateur, realmente no sabía muy bien qué esperar, pero supongo que nadie sabía muy bien qué esperar, casi como en el evento de Colombia… Y al igual que el evento de Colombia, me parece que el estreno de esta modalidad fue de nuevo un éxito, pero voy a regresar con KTKD en un momento porque a pesar de cubrir todo tipo de eventos (contrátenme) durante el transcurso de éste vi cosas que nunca había visto antes y además también sentí una nostalgia profunda por tiempos pasados…

El evento realmente no era un evento exclusivo de KTKD, más bien todo lo contrario, era un evento de taekwondo convencional, “el torneo de marzo”, en donde la novedad era por supuesto, como ya lo comenté, la inclusión de las ligas menor y mayor de Kombat.

El venue es impresionante: Oregon Convention Center, en uno de los salones principales

Como todo torneo de escuelas el ambiente desde que llegas es totalmente familiar, pero además la cantidad de gente que llegó fue igual de impresionante, una cola que daba vuelta por dentro del pabellón adornada por porristas en trajes brillantes que pasaban caminando para ir a un evento de esa disciplina en alguna de las otras salas.

Empezaron los niños más pequeños con la acción en un circuito de obstáculos en donde se ven ridículamente tiernos con el dobok y esquivando cosas. También algo que nunca había visto: poomsae por parejas, pero de padres e hijos… Llámenme ridículo, pero cuando dicen que el taekwondo es un regalo para el mundo creo que esto es a lo que se refieren: a la oportunidad de compartir una pasión a través de todos los rangos de edad, todos los grados de e incluso entre ascendencias raciales y gente con alguna discapacidad visible. Referees internacionales, mundialistas e incluso olímpicos conviviendo codo a codo con niños, jóvenes, adultos, padres de familia y otros referees nacionales que además son a su vez padres de familia y alumnos de las diferentes escuelas de la asociación.

También algo que nunca había visto: competencia de una especie de poomsae, pero con armas, también incluidas todas las edades, desde niños pequeños hasta adultos senior haciendo las rutinas… En cuanto a las armas: si alguna tortuga ninja la usaba, aquí alguien hizo una rutina con ella. Fue una parte que disfruté especialmente porque es algo que, como dije, nunca había visto, pero que igualmente no es muy común, pero además la magia es que lo puedes disfrutar aunque no lo entiendas del todo.

Y bueno, así pasaban las horas, gente entrando, saliendo, niños compitiendo, uno que otro cojeando, padres gritando y apoyando, algunas que otras lágrimas, sangre de vez en cuando (nada grave), todo lo normal en un torneo de taekwondo hasta que apareció el invitado de honor: el Kombat.

De las cuatro áreas dentro del torneo una estaba destinada exclusivamente para esta modalidad y por supuesto TODOS querían verla. “Hacer mainstream el Kombat Taekwondo”, eso es lo que se busca con esta nueva apuesta de las ligas menor y mayor, la idea no es descabellada, de hecho introducir un área específicamente para ello dentro de un evento de taekwondo convencional es la manera de lograrlo y creo que pronto lo veremos en muchos otros lugares del mundo y también creo que para empezar no se necesita más.

La competencia inició con la liga menor, es decir, niños más o menos de la edad de cadetes y juveniles haciendo un tipo de combate al que no estamos acostumbrados, obviamente con las reglas modificadas para esta edad, empezando por la indumentaria: el peto normal puesto, protecciones completas incluida la pantalla protectora de rostro en el casco, lo cual me parece una chulada porque los niños se pueden pegar de manera directa en la cara y no se lastiman, evidentemente el golpe se siente, pero no se hacen daño de la manera en la que lo harían si no tuvieran esta protección, esa pantalla no sólo protege el rostro, sino la integridad.

Luego empezó la liga mayor y a diferencia de los niños peleando en donde los padres y el público en general gritaban porras de aliento a su favorito, cuando los grandes salieron y empezaron a pegarse la audiencia guardó silencio al principio y sólo se escuchaban los silbiditos que denotan cuando alguien jala aire y este pasa entre los labios y los dientes apretados como cuando pones un bistec sobre un sartén caliente o como cuando ves que le pegan a alguien y agradeces que no hayas sido tú.

Es algo también nunca antes visto. A diferencia de los profesionales, en la liga mayor se utilizan otro tipo de guantes, una especie de careta y protecciones completas exceptuando el peto. Y los golpes se dan duros, no porque en el kyorugi convencional no se peguen duro, pero son otro tipo de golpes a los que ni la audiencia, ni los coaches e incluso ni los mismos competidores están acostumbrados todavía, es algo muy nuevo para nosotros los del estilo olímpico… Y no deja de ser verdaderamente emocionante.

Terminó el Kombat, todos coinciden en que fue un éxito, todos coinciden en que las peleas fueron realmente emocionantes y yo me sumo a ese grupo. Otra cosa en la que los peleadores coinciden es que quieren tirarle a lo profesional y yo lo celebro, porque para eso va ser esta liga y no puedo esperar a verla alrededor del mundo, sin duda será toda una experiencia.

Luego siguió el taekwondo convencional con todo lo que ello trae consigo y hubo de todo: combates buenos, combates largos, patadas de fantasía, rivalidad deportiva entre escuelas, todo…

Yo terminé bastante cansado ese día, lo que nadie me dijo era que al día siguiente iba ser el examen de cintas negras de la asociación. Llegué a mi cuarto, empecé a editar, pero no pude, me quedé dormido. Me levanté al baño como a las 4 de la mañana intentando no hacer ruido para no despertar a mi compañero de cuarto, pero cuando venía de regreso a la cama me di cuenta de que ya se había ido (un ninja, seguro).

Ya al día siguiente llegamos en tren al examen que se realizó en exactamente el mismo lugar que el torneo y la fila para entrar no era más pequeña que el día anterior. Yo he ido a muchos exámenes de cinta negra en mi vida, pero realmente ninguno como este.

Para empezar nunca había visto a tantos alumnos presentar un examen al mismo tiempo. Después el tema de los sinodales: maestros con muy alto grado calificando desde la mesa de honor, pero a diferencia de estar todos con dobok como estamos acostumbrados en América Latina, estaban de traje, como vestidos para una fiesta muy formal y es que un examen de cintas negras es justamente eso.

También vi cosas muy diferentes, como por ejemplo los palgues (o como p***s se escriba) como formas de examen, esos poomsaes a mí me tocaron allá en el precámbrico tardío y se dejaron de utilizar a finales de los 90’s, de hecho no se enseñan más de manera regular, yo no sabía que seguían existiendo, mucho menos enseñándolos, pero a decir verdad fue una grata sorpresa. No me mal entiendan, yo soy de los que aplaudió cuando el meteorito cayó y los eliminó de la faz de la tierra, pero por alguna razón el artemarcialista enterrado en mí se sintió feliz de lo que estaba atestiguando.

También vi performance con armas como parte de la calificación del examen, eso sí que fue otra sorpresa. Rompimientos de habilidad, rompimientos de poder y tengo que destacar la elegancia de todos los alumnos cuando los mandaron a ponerse equipo para pasar a la parte del combate en el examen y regresaron todos con sus cascos blancos, WOW!

Fue una gran experiencia y debo decir que después de ver este examen ahora me explico el afán de rescatar el artemarcialismo en el estilo de combate, de rescatar la esencia, porque ese es el slogan de Kombat Taekwondo. Hay que decir que no se está inventando el hilo negro, pero también hay que decir que nadie nunca había logrado unir los puntos de la manera en la que Rick Shin y su equipo lo han logrado.

Al final pude darme cuenta de que Kombat Taekwondo es el resultado de la formación de su creador, así de simple, pero también así de complicado y es por eso que este nuevo formato está levantando interés en el mundo entero: es el taekwondo que amamos en el presente, pero combinado con el taekwondo que los viejos maestros amaron en el pasado, así como los palgues y los performances con armas, pero a diferencia de estos últimos que no se ven más, el Kombat Taekwondo promete ser lo más visto… Al tiempo.

@FaunoBastard