Laura Roca A.
Licenciada en Psicología
Prof. de Taekwondo WTF
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El privilegio de enseñar, en nuestro caso un arte marcial milenario regido por valores el cual además de todo adoptamos como forma de vida.
De esta manera llegamos a tener costumbres, actitudes, hábitos, respuestas muchas veces diferentes a las demás personas, es porque un buen arte marcialista aprendió y continúa aprendiendo el arte de vivir y va sembrando lo que a él un día le enseñaron.
Profesores, instructores y maestros tenemos a nuestro cargo personas, esta profesión sin duda exige un poco más que otras en el sentido ético de no solo transmitir conocimiento sino de ser un buen ejemplo.
Tu eres el ejemplo
Ya sea que estés iniciando en la profesión de enseñar tu arte o ya lleves muchos años en esto, debes tener presente que tú eres el referente de tus alumnos, aquella persona a quienes ellos siguen, de quien aprenden e imitan.
Junto con la palabra del maestro debe contar su propio ejemplo, muchos de ellos te consideraran un héroe o heroína de carne y hueso, no solo por tus destrezas en el tatami sino por la forma en la que les transmites el Taekwondo, la confianza que puedan llegar a tenerte, los valores que inculques en ellos y la pasión que le tengan a lo que hacen.
Coherencia
El equilibro entre lo que dice y lo que hace, no se limita simplemente al aspecto técnico, sino también en transmitir lo que él mismo es, incluida su vida personal, cuáles son sus actitudes y de qué forma enseña, ¿solo con gritos y castigos? ¿Es sarcástico con sus alumnos y los desmotiva? O por el contrario enseña con convicción y vocación ayudando al alumno a dar lo mejor de sí, dentro y fuera de su club, enseñándole a sobre pasar cualquier obstáculo o dificultad, mostrándole el camino y convenciéndolo de que es posible.
La profesión de enseñar un arte marcial no acaba cuando pasamos las horas de la jornada laboral, ella continua y se debe manifestar con acciones, siempre actuando de forma ética y con mucha humildad.
De nada te sirve intentar inspirar algo que tú no haces y que no eres, como, eso va desde pedirles que vengan puntuales y tu llegues siempre tarde a dar las clases, hasta prohibirles fumar cuando tu apenas acaba la clase sales a hacerlo.
Ten en cuenta que la incongruencia entre el ser y el actuar desautoriza y debilita, un alumno perderá la confianza y el maestro credibilidad.
La técnica
Es aquí donde el maestro hace gala de todo lo que sabe, demuestra sus conocimientos, realiza los movimientos correctamente, es capaz de realizar las patadas que quiere enseñar, sabe tanto de poomsae como de competición, es aquí donde genera admiración de parte de sus alumnos.
La apariencia
Como mencionamos antes la persona que enseña debe ser un ejemplo en todo sentido, el aspecto físico no huye de esto ya que existen muchos profesores con sobre peso y esto muchas veces perjudica en el desempeño, no es un pecado que el maestro este pasado de peso, pero este debe mostrarse ágil, fuerte y ser capaz de realizar los ejercicios. De nada nos sirve un profesor que enseñe desde una silla. Debe también estar siempre impecable, la manera en la que viste el dobok y su higiene personal.
El respeto
No hables mal de otros delante de tus alumnos, muestra siempre respeto hacia otras personas peor si no están presentes, que no vean a sus rivales de competición como enemigos a muerte, sino alguien que está a la altura de su combate, no les enseñes trucos o engaños, es perjudicial para ambos, la humildad es fundamental, enseña con disciplina, pero no con maltrato.
Reflexiona
Toma consciencia de la labor que desarrollas, formamos personas en sus diversas dimensiones carácter, moral, espiritual, etc. Por tanto, somos nosotros un modelo a seguir para todos nuestros alumnos, un modelo de actuación personal y profesional. Los acompañamos en diversas situaciones de la vida, los vemos crecer y aportamos pilares fundamentales en su aprendizaje. Para esto no basta un profesor capacitado solo profesionalmente, sino también ser un gran ser humano que posea una sólida formación moral y ética, que deje huella en las personas que están a su cargo, no importa cuánto tiempo estén entrenando contigo, así sea un mes o varios años ¿Qué les quieres enseñar?
No sabes de qué tormentas vienen tus alumnos. A veces, el único lugar seguro que ellos tienen es tu club y tu ejemplo.
Felicidades Laurita sigue siendo una excelente maestra para tús alumnos y que Dios te bendiga
Es correcto eso pero ante todo Disciplina y respeto son las bases primordiales