Talento_

 

Tanto en el Taekwondo, como en muchos deportes y hasta en la vida profesional en busca de éxito, se han hecho esfuerzos en decodificar el talento y destacar su papel en llevar estados normales de desempeño a niveles superiores. El libro “El código del Talento” de Daniel Coyle es una de esas publicaciones.

En el capítulo de este libro, “El Punto Dulce”, Coyle describe personas de diferentes disciplinas que comparten algo en común. En sus viajes a diferentes partes del mundo, Coyle conoció a Brunio, un niño brasileño de once años quien practicaba un movimiento de balón conocido como “elástico”, popularizado por Ronaldinho. Al igual conoce a Jennie, una joven de veinticuatro años en un estudio vocal de Dallas (p.13). El autor además destaca el entrenamiento desarrollado por Edward Link para formar pilotos en Estados Unidos (p.20) y el experimento de Simmon Clifford como entrenador de football (p.21). De igual forma, Coyle nos deja conocer el concepto de “practica intensa” como la forma de entrenamiento que desafía las habilidades propias hasta el punto que permite ver en repeticiones lentas el proceso donde se corrige el error y se aprende de una manera más inteligente (p.18).

Aunque el concepto de “practica intensa” de Coyle es interesante también expone algunas limitaciones. Como el mismo explica, la práctica intensa está construida sobre una paradoja: el sacrificio que en cierta forma lleva a trabajar sobre los límites de las habilidades individuales, ocasionando errores y haciendo de esos errores un aprendizaje más inteligente (p.18). Sin embargo, es bueno destacar que las personas, por naturaleza, reaccionan diferentes en relación a los niveles de sacrificio exigidos.

Seguido, Coyle define talento como la posesión de destrezas repetibles que no están limitadas físicamente (p.11). Como un ejemplo, el autor cita el éxito de los jugadores brasileños de futball y cuestiona la idea tradicional de atribuir este éxito a una combinación genética y de ambiente (p.14). Para Coyle la respuesta a este éxito se encuentra en la manera particular de entrenar y en las herramientas usadas por los jugadores brasileños durante su entrenamiento (p.15). Por otro lado, para Tucker y Collins (2012) el entrenamiento y los factores ambientales no pueden por si solos producir atletas de elite sino que también es el resultado de nuestra composición genética y el entrenamiento que potencializa esta condición genética. En cambio, para el profesor Errol Morrison (2011), presidente de la Universidad de Tecnologia, el estudio de la mitad de una docena de diferentes genes de atletas de alta competición como Usain Bolt y Asafa Powell no han mostrado nada relevante sobre un gen especial.

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Destaca Coyle además la importancia de las horas comprometidas a la práctica. Por ejemplo, un atleta de Taekwondo puede tomar entre cuatro y ocho años para competir en una olimpiada. Para este tiempo ha acumulado un promedio de 12,400 horas de prácticas y entrenamientos. Para aquellos que no lo saben, Ericsson es el padre del concepto de las 10,000 horas de práctica que establece que cualquier persona puede convertirse en un atleta elite si puede comprometerse a entrenar por esta cantidad de tiempo. Desde luego, podemos observar que este concepto de horas de práctica puede variar según la disciplina y que raramente un atleta complete 10,000 horas de práctica antes de alcanzar un nivel internacional.

Otro punto interesante en este capítulo de Coyle refiere a la técnica. Para el autor, Futsal no es la única razón por la que los futbolistas brasileños están dentro de los mejores del mundo pero Futsal es la técnica que aglutina todas las condiciones (p.28). Agregaría a esto que el dominio de los corredores Kenianos no solo recae en un factor específico como tamaño, dieta, situación socioeconómica, estilo de vida o algún otro incentivo. Podría decir, en mi opinión personal, todo es el resultado de estos factores y de una técnica de entrenamiento que maximiza el potencial genético.

Finalmente Daniel Coyle abre una nueva manera de pensar sobre el talento, la práctica y las habilidades. Igualmente revela la capacidad humana para hacer los ajustes y sobrevenir lo desafíos. Independientemente de que hoy no tengamos claro la relación entre genes y habilidades, sin lugar a dudas, el talento ya sea genéticamente heredado o producido por entrenamiento, solo puede desarrollarse con dedicación y sacrificio.

 

Referencias

Tucker, R., Collins, M. (2012, April 25). What makes champions? A review of the relative contribution of genes and training to sporting success. Retrieve from http://bjsm.bmj.com/content/46/8/555.long on April 30, 2014

Morrison, E. (2011, July 26). Prof Morrison tells why Jamaicans run so fast. Retrieve from http://www.jamaicaobserver.com/sport/Prof-Morrison-tells-why-Jamaicans-run-so-fast_9306187 on April 30, 2014

FIFA Men’s world ranking (2014). Retrieve from http://m.fifa.com/worldranking/rankingtable/ on April 30, 2014

 

 

Yubany Checo, Exclusivo MasTKD
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