2021 fue un año que será recordado todavía por los golpes de la pandemia, pero también un año en donde la esperanza se hacía presente pues el mundo intentaba resistirse al encierro permanente que había prevalecido ya por un poco más de un año.

En el “tug of war” de la humanidad contra el coronavirus, empezábamos por primera vez a ganar terreno: la promesa de los Juegos Olímpicos pospuestos había puesto en marcha los eventos pendientes de clasificación en todo el mundo, con todos los deportes y retando a la imaginación colectiva en busca de protocolos, escenarios y configuraciones más seguras.

En nuestra región y en nuestro deporte ya no teníamos nada que clasificar, sin embargo el continente estaba en deuda con los que ya tenían su lugar pues éramos el eslabón más débil en cuanto a clasificados directos al evento de los aritos se refiere y quienes habían clasificado en el evento regional ocupaban puestos muy bajos del ranking, sumado esto a una era oscura de la unión panamericana por una intervención directa de federación mundial, el escenario no era nada alentador.

Con todo lo anterior se llevó a cabo un Campeonato Panamericano de Taekwondo en Cancún, campeonato que en condiciones normales debió haber sido un año antes y en otra sede, pero los tiempos desesperados requieren medidas desesperadas y tan desesperados estábamos en América por sumarle puntos a nuestros atletas que nuestra máxima justa regional se realizó con protocolos laxos y poniendo en riesgo a los mismos, pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión…

Sí, 2021 ya se ve muy lejos, pero nos sirvió para darnos cuenta de lo que venía: después de la hecatombe mundial el Taekwondo regresó por todo lo alto y durante aquel Panamericano en un año que no correspondía, los países americanos se presentaron a competir con lo mejor que tenían y fue tal la competencia que no fueron los oros los que definieron al primer lugar de ese evento.

Sorprendió el equipo estadounidense aquella vez con elementos casi sacados de una preparatoria hollywoodense: jóvenes que en su país no alcanzaban la edad suficiente para poder entrar a un bar y pedir una cerveza, pero que en ese momento alcanzaron lo más alto del podium continental haciendo combate.

Sí, 2021 se ve muy lejos, porque al ver lo que pasó hoy en Punta Cana con el equipo estadounidense, esos que hace un año parecían muy jóvenes, hoy se ven ya como atletas consagrados y su país es el vivo ejemplo de que los talentos hay que desarrollarlos, no basta con tener una amplia cantera de gente talentosa si no hay un trabajo de por medio. El equipo estadounidense es hoy subcampeón panamericano con un equipo DE MIEDO y además todos son jóvenes en el ascenso de sus carreras y estoy seguro que aún distamos bastante de ver en su mejor momento.

Otro de los equipos empatado en oros allá en el lejano 2021 fue Brasil, un equipo que a diferencia del estadounidense con caras jóvenes y primerizas, tenía una planilla, sí, con caras jóvenes, pero en plenitud de su carrera… Fue hace unos meses donde se pudo leer en la versión portuguesa de MASTKD que Brasil había realizado un nacional gigantesco donde sus estrellas olímpicas habían brillado.

Hoy esas estrellas olímpicas, junto con otras más, volvieron a brillar en el máximo escenario continental peleando nueve finales en total, eso es un poco más de la mitad de todas las finales que se pelearon en el evento. Hoy ese equipo en plenitud es el campeón indiscutible de la región y el continente se viste de verdeamarela al igual que la esperanza americana de volver a volar alto en el circuito mundial y olímpico, porque de algo no hay duda: los mejores de América serán, en futuro cercano, los mejores del mundo también.

Que lejos se ve ya el 2021, en donde hasta nuestra querida PATU parecía perdida y no nos imaginábamos que un año después nos traería un evento de clase mundial como este panamericano 2022, un panamericano realizado en tiempo y forma y que nos permite disfrutar de los nuevos gigantes de la región en vivo y a todo color y también recordar el 2021 como una memoria lejana en donde todo iniciaba para los nuevos gigantes, pero también un año que a nivel administrativo no podemos permitirnos repetir…

¡Voa Amigo, Voa Alto!
Go the distance, America!