Este jueves, el sitio Mookas informó sobre la muerte de Kim Cheon-gu, quien dedicó gran parte de su vida a difundir Taekwondo en Japón.

Según Mookas, Kim Cheon-gu es el responsable de formar campeones mundiales como Mayu Hamada, quien en 2015 se bañó de oro en Chelyabinsk, Rusia; y también de sembrar las semillas del arte marcial moderno en un terreno enfocado, principalmente, al Karate. Un terreno que antes de 1984 parecía estéril para el Taekwondo.

De Kim no hay registros en la web -al menos con el alfabeto latino y anglosajón- ni en sitios de Taekwondo, ni en registros públicos, ni en los partes de prensa del éxito cuando llevó a Japón a Juegos Olímpicos o al podio mundial del 2015. Eso es trabajar en silencio con resultados escandalosos.

Aunque el reporte de Mookas no revela la causa exacta de la muerte, si habla que desde hace años Kim se sometió a una cirugía para combatir el cáncer y por ello regresó a Corea del Sur para recuperarse.

Además, en el obituario, se explica que las semillas sembradas en Japón fueron expandiéndose con raíces desde un Dojo, donde Kim entrenó cientos de practicantes.

Según el sitio coreano, durante mucho tiempo el difusor del Taekwondo en Japón tuvo que ingeniárselas con su equipo para competir en el circuito olímpico porque el Gobierno no le designó presupuesto más que para Juegos Olímpicos y Juegos Asiáticos.

“Por lo que no se cubrieron gastos de entrenamiento ni competición. La mayoría de los competidores tuvieron que asistir a torneos por cuenta propia. Debido a estas circunstancias fue más difícil reclutar atletas”, dice Mookas.

Parte de la estrategia de Kim se basó en el soporte en empresas y amigos compatriotas, por lo que viajó a la Universidad Dong-A, la Secuncadria Pungsaeng y Daejeon para entrenar y preparar a sus pupílos.

La historia cambió un poco con el oro mundial de Mayu Hamada, en 2015, porque tras coronarse en la cima del mundo, el Gobierno giró apoyo con acciones inmediatas como la renovación del equipo médico y de análisis de la información y patrocinio.

“Debido a la lucha contra el cáncer, director Kim Chu-gu no pudo beneficiarse”, relata el periodista Han Hyejin en su sitio web.

Kim Cheon-gu estuvo como entrenador en los Juegos Olímpicos Beijing 2008 y Londres 2012.

“El fallecido echó raíces en Japón, un país cercano y lejano, un país de artes marciales que siempre compiten con el Taekwondo. Luchó durante más de media por su renacer. Sus pasos y esfuerzos deben ser recordados en la historia del Taekwondo japonés, así como la difusión y desarrollo del Taekwondo mundial”, concluye el artículo de Mookas.