El doctor Choue (centro), Ji Ho Choi (izquierda), Hoss Rafaty (derecha), junto con miembros de PATU y WT al lado de Las Vegas Boulevard. Foto: Esteban Mora
Por un costado del Luxor Hotel y el Mandala Bay, en Las Vegas, viene Chungwon Choue, Hoss Rafaty, Ji Ho Choi, María Borello, Juan Manuel López, Rick Shin, George Christescu, Inseon Kim, Anthony Ferguson y Son Chul Kim.
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Frente al Mandalay Bay hay una construcción, un mupi publicitario con Alcapone y Eliot Ness, evasor y policía de los 50, promocionando el museo del crimen organizado. Hay cientos de curiosos tomándole fotos al gigantesco hotel y agentes del FBI en todos los cuadrantes. Además, un homenaje a 58 fallecidos y un despliegue de la Federación Mundial de Taekwondo y PATU.
Los turistas se asombran por ver el gran despliegue. Todos los institucionales visten su traje negro con el distintivo de representación y sus caras neutras toman Las Vegas Boulevard.
El doctor Chungwon Choue ha luchado toda su vida por dejar un legado de paz. Ha utilizado su poder para iniciar una guerra de paz y justo ahora que viaja a Estados Unidos, se perpetra la masacre más grande de la historia del país. Lo peor de todo: protagonizada por un civil millonario.
El ataque más que golpear a Choue y su equipo, golpea el corazón estadounidense, el orgullo, la familia, las creencias, la lógica. La lluvia de balas mojó con sangre Las Vegas Strip en medio de un festival de Música Country.
Las Vegas poco a poco vuelve a descansar sin dormir, pero el ambiente ha sido tan tenso como el minuto cero del ataque del 1 de octubre.
Desde el piso 32 del Mandalay Bay fue el sitio donde John Paddock disparó contra el público del Festival de Música Country. Foto: Esteban Mora
A los costados de la ciudad, o del corazón de ella, el movimiento es casi nulo. Por el lado del Circus Circus, algunos beodos avanzan tambaleándose hacia el centro por las inmediaciones del Encore, o van más allá, casi a ver el espectáculo del Bellagio.
En el inmenso frente entre Cesaesar’s Palace, Bellagio y Planet Hollywood, la Ciudad del Pecado sigue pecando. No se detiene va a mil. Todo está igual, pero cualquier sirena, cualquier grito, cualquiera corrida es capaz de poner con los nervios de punta a todos.
Una vez superado el mítico MGM y el Hotel New York New York el centro de entretenimiento más famoso del mundo descansa, pero no en paz.
Hay dos ventanas rotas en el piso 32 del Mandalay Bay y una desolación que hace recordar que Las Vegas es un desierto. Hay un hombre tendido en una zona verde frente al Luxor -está orando, mientras los sollozos irrumpen en el ambiente, al fondo de la escena está un Mcdonald’s vacío y un silencio sepulcral una vez superado el hombre dolido. La escena es triste y denota mucho sin decir nada.
Chungwon Choue y María Borello, presidente y miembro del Consejo Ejecutivo de WT, dejan un arreglo de lirios en honor a las víctimas de la masacre de Las Vegas. Foto: Esteban Mora
Solo pasaron cinco días y lo primero que hizo Choue al llegar a Las Vegas, fue pedir un homenaje para los estadounidenses muertos en el sitio, sus familias, el país y la paz.
WT ha dejado su logo, su solidaridad y un arreglo de lirios blancos en el altar, en la isla de la mitad de Las Vegas Boulevard. WT lo ha hecho nuevamente. WT sigue con su mensaje de paz.
El arreglo de lirios que colocó WT en el homenaje a los muertos del atentado del 1 de octubre, en Las Vegas. Foto: Esteban Mora
La ciudad que nunca duerme, a sus costados, tiene aspecto de fatiga, de somnolencia, de dolor. Las Vegas… Las Vegas no descansa en paz. Aunque el ambiente de su corazón vuelva a bombear a paso regulado.
Esteban Mora, Exclusivo MasTKD
