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La campeona mundial de poomsae de Turquía ha provocado un debate nacional, desafiando los estereotipos sobre la mujer y el deporte al competir con un velo.

Con tan solo 20 años de edad, Kubra Dagli, de Estambul, ha sido elogiada por haber ganado una medalla de oro en el último campeonato mundial de este año, pero su vestimenta ha logrado eclipsar su éxito deportivo.

Dos sectores seculares y religiosos de la sociedad turca sostienen fuertes opiniones sobre la posición de Dagli como un modelo deportivo. Durante la fundación de la Turquía moderna como un estado secular, el hiyab era mal visto y considerado por muchos como un signo de “atraso”.

Sin embargo, el resurgimiento del Islam politizado en el país en los últimos años ha demostrado una tendencia creciente hacia la ansiedad “moral” sobre la conducta y la propiedad de las mujeres, en la medida en que, en 2014, el entonces primer ministro adjunto Bulent Arinc manifestó que las mujeres no deberían sonreír o reír en público durante las celebraciones del Ramadán, además de mantenerse “casta” en todo momento.

Mientras que los medios de tendencia conservadora han elogiado en su mayoría logros de la Sra Dagli al demostrar que “los velos no son un obstáculo,” ella ha sido aún puesta en tela de juicio por los comentaristas ultra conservadores varones que la atacaron a través de las redes sociales.

“Pies desnudos, la cabeza cubierta, las caderas y los muslos hacia fuera, usted es una mercancía, cree que eso es correcto?” declaraba un turco muy enojado a través de Twitter.

“¿Por qué se cubre la cabeza? como si el hecho de abrir las piernas (por las patadas), y entrar en todas esas posiciones, no fuera suficiente. Tal vez piense que de esta manera Allah pueda interpretar las acciones de una forma distinta”, era otra de las opiniones.
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Otro usuario de redes sociales, manifestó “¿abrazando a los hombres? eso es inadecuado, un error excesivo, un pecado”.

Otro alegó: “¿Por qué se pone esa chica un pañuelo en la cabeza, ¿eh? … ¿Qué es eso de visualización de la parte trasera? Todo esto es un insulto al Islam y a las mujeres creyentes. Apoyamos su campeonato, la felicitamos. Pero condenamos su insulto a los musulmanes. ¿Cuántas hay que se cubren la cabeza todavía para no parecer ser inmoral y a su vez muestran y hacen todo lo que las mujeres sin velo hacen”.

Otro aconsejaba a la Srita. Dagli que su tiempo estaría mejor invertido en su casa, donde podría convertirse en un campeona de lectura del Corán.

En su defensa Dagli declaró que ella llama a la crítica como “inquietante”. En varias entrevistas mencionó que está en contra de la discriminación en todas sus formas, y su habilidad profesional en el deporte es lo que importa.

“Ellos no hablan de mi éxito, pero si de mi velo. No quiero esto. Nuestro éxito es lo que se debe tener en cuenta. Hemos hecho mucho esfuerzo por ganar ese campeonato mundial junto a todo el equipo. Este es nuestro orgullo conjunto”, manifestó Dagli a través de sus redes sociales.

En otra entrevista, la campeona de poomsae declaraba contra denuncias en las redes sociales, diciendo: “las personas insensibles hacen eso. No lo leí y ni siquiera me importa. Me di cuenta de mi sueño. Me despertaba cada mañana pensando en convertirme en un campeona del mundo “.

Desde 2009 los velos islámicos están permitidos por los organismos internacionales que supervisan el deporte. Las deportistas enfrentan un mayor desafío durante el mes de Ramadán, cuando a los musulmanes no se les permite comer o beber durante largas horas del día.

Si bien esta realidad afecta directamente a las mujeres que practican nuestro deporte en dicho país, no es ajeno que el Taekwondo aún sigue siendo un deporte practicado en su mayoría por hombres. Aunque es cada vez mayor, el protagonismo que las mujeres están tomando en el desarrollo del Taekwondo en el mundo, motivo por el cuál esta situación no puede ser ajena a los oídos de todas ellas.

¿Usted qué opina?

 

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Fuente: The Independent / Al-Monitor de Turquía

 

Daniel Trapatoni, Exclusivo MasTKD