Cuando empezaba a competir en alto rendimiento, solía seguir un ritual de manera casi religiosa al levantarme. Alguna vez, de esas veces que amanecía atarantado, se me olvidaba realizarlo y el resultado era el sonido de una matraca deshaciéndose estrepitosamente, inmediatamente después me descubría en el suelo sobándome alguna parte de mi cuerpo y maldiciendo mi suerte. El ritual consistía en sentarme sobre la cama apenas abría los ojos, estirar la pierna derecha hasta escuchar un ‘click’, repetir el procedimiento con la pierna izquierda, caminar normalmente.

La única vez que me he lastimado de la rodilla fue de una forma verdaderamente estúpida: iba ganando un combate por una ventaja de aproximadamente doce puntos, se me ocurrió tirar a la cara y al otro chavo (Porque todavía éramos chavos) se le ocurrió cortar. Mi pierna se atoró con su cuerpo y un ligamento se me distendió… Al menos eso me dijo el doctor.

Lo malo de lastimarte de la rodilla es cuando te ponen un vendaje para entrenar, es más incómodo que viajar en un vuelo sin escalas de Hong Kong a Madrid pasando por la Ciudad de México. Normalmente un vendaje de rodilla te envuelve media pierna de manera que te deja con la sensación de que podrías moverte mejor si te implantaran una pata de palo.

Alguna vez alguien me dijo que la cantidad de lesiones en las rodillas se debía a que el patear era un movimiento antinatural del cuerpo, teoría que me suena absolutamente lógica (Me viene a la mente la imagen de cualquier animal tratando de cazar alguna presa a patadas y la teoría cobra luz). Y no es casualidad que la mayoría de gente que se retira por problemas de lesión sea precisamente por una de este tipo.

Existe también una estadística donde se anuncia que un gran porcentaje de las lesiones de este tipo se deben a la negligencia, o bien, falta de información de parte de los entrenadores (Y algunos atletas también). Digo, patear con polainas de un kilo en cada pierna no es precisamente la idea más brillante y en pleno siglo XXI todavía hay quienes lo siguen realizando como método fijo dentro de su plan de entrenamiento.

Mi consejo es que cuiden sus rodillas, si fuera doctor les recomendaría que NO volvieran a patear por el resto de sus vidas… Quizá no es necesaria una medida tan drástica para mantenerte sano en cuanto a rodillas se refiere, pero puedo decir con conocimiento de causa que mientras mantengas una preparación física bien planeada y trabajes la fuerza en tus piernas, no debes tener problemas (Consulte a su metodólogo de confianza).

Y por lo que más quieran, no pateen con polainas…

 

@ChavaPerezFauno
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