JEOLLABUK DO, Corea del Sur, ? Aquí se respira Taekwondo. Se ve el Taekwondo. Se palpa. Se percibe. Aquí, se vive el Taekwondo como el deporte nacional de los coreanos, sin importar la estatura, el peso, la edad o si se es hombre o mujer.

Aquí, los uniformes provinciales y nacionales, universitarios y de clubes se cobijan bajo los colores azul, verde y rojo de la Universidad de Woosuk, estampados en el ?dobok? que orgullosamente muestran los peleadores al correr a lo largo de las arterias viales de la institución, o bien en las diferentes aéreas del edificio educacional de taekwondo, en cualquiera de sus niveles.

Y si hay algo que caracteriza a las prácticas de los equipos coreanos es la repetición constante en sus ejercicios y ejecuciones. Sin embargo, más que una monotonía es el estilo de ir hacia la perfección y el éxito dentro de esta disciplina, en la que inclusive se encuentran estudiantes de intercambio procedentes de otras naciones asiáticas que vienen a aprender de este arte milenario.

Los ejercicios se efectúan de manera constante y repetitiva tanto en el entrenamiento vespertino como en el nocturno, sin embargo, esto facilita que cada movimiento se realice con precisión, explosividad y sobretodo velocidad, que son las tres características en esta disciplina.

?Tal vez uno no vea tanta variedad, pero es esa repetición constante la que los lleva al éxito como peleadores, ya que ejecutan bien sus patadas una y otra vez?, menciona el entrenador Gustavo Ortega a sus alumnos en los mensajes que comparte tanto al final de cada práctica como al final de cada día de trabajo.

El las practicas de ?step? o combates marcados, es decir sin contacto completo, los peleadores analizan a su rival, pero a la vez realizan una estrategia en la que buscan los errores del contrario, dando lugar a una estrategia un tanto diferente, apunta el seleccionador estatal.

Este tipo de detalles son los que a parte de analizar, deben asimilarse a fondo dentro de la preparación en ruta a la olimpiada nacional, la cual es un motivo y una inspiración para los peleadores bajacalifornianos que devotamente antes de las 8:00 de la mañana locales, tienen su primera reunión del día antes de partir a desayunar.

Acto seguido se dirigen hacia el campus universitario para trabajar con las sesiones de estiramiento, calentamiento y adiestramiento técnico. Podría parecer que todos los días se vive lo mismo. Sin embargo se aprenden detalles diferentes conforme transcurre la jornada.

Y es que en cada entrenamiento a cualquier hora del día se aprende algo nuevo, como el hecho de mantener la postura y los hombros erguidos cuando se busca dar un golpe, lo cual es un detalle sencillo pero que en ocasiones se descuida y esto marca la diferencia entre un punto y otro.

Este es uno de los principales detalles que, por ejemplo, los entrenadores Dong Ki y Mang Sung Jai puntualizan tanto con los mexicanos como con los peleadores locales. Del mismo modo, es la propia repetición constante en los ejercicios la que facilita el hecho de reforzar el repertorio de patadas y armas de las que se puede valer el peleador en situaciones de combate real.

?No puedes quedarte pensando sólo en dar un golpe y después querer protegerte o echarte para atrás?, reitera el entrenador Ortega con sus pupilos. ?Tienes que salir y seguir buscando, si te falla una patada, arriesgas y buscas la otra, esto es algo que ellos (los coreanos) también lo hacen y te facilita el aumentar las posibilidades de ir por otro punto?.

Este análisis fue puesto en práctica con la realización de algunos ?steps? entre bajacalifornianos y coreanos, formando ya parte de la primera aproximación a la búsqueda de topes entre los peleadores locales y los visitantes, que para este viernes tendrán una visita por parte de la televisora KBS para dar seguimiento al campamento peninsular en tierras asiáticas.

Carlos López Mora, Exclusivo para MasTKD.com
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(Nota enviada por el Instituto del Deporte y la Cultura Física de Baja California (INDE))