En la última sesión del Consejo Ejecutivo de la World Taekwondo Pan America (WTPA), de diciembre, se aprobó darle los eventos continentales a los países con más dinero.

The risk of the ‘supply and demand law’ that attacks the poorest (English)

Se trata del acuerdo de la ley de oferta y demanda, que consiste en poner un monto mínimo por un evento y a partir del interés de los países ese derecho va subiendo. En palabras del presidente interino de WTPA, Helder Navarro, esto es darle los eventos “al mejor postor”.

La ley explicada de forma sencilla y simplista funciona así: el precio de un bien o servicio se establece con respecto a la cantidad de interesados. Si hay más interesados que bienes o servicios, el precio sube; si hay más bienes o servicios, el precio baja. En la teoría el precio se define buscando un punto de equilibrio, pero el problema con el circuito del Taekwondo es que Panamérica ya tiene techo con el número de eventos oficiales continentales, lo único que varía es el interés, no la oferta.

Dicho lo anterior, aplicada al Taekwondo funcionaría algo así: no es lo mismo establecer el precio de un evento que solo un país quiere, que el precio de un evento que cinco países quieren. Si solo uno puja, se dejará la organización por el monto mínimo; si cinco aspiran, se lo dejerá el que ponga más dinero en el pozo.

Esta ley se convierte en potencial amenaza contra el trabajo de tantos años, ya que estaría a las puertas de lanzarse por la borda, los que en muchas reuniones fueron sus defensores y propulsores.

Es que por mucho tiempo los presidentes de las federaciones nacionales, especialmente de Sudamérica, han levantado la voz para que la disputa organizativa sea justa, igualitaria y repartida por todo el continente.

Ahora, parece que la mayoría del Consejo Ejecutivo, salvo contadas excepciones, olvidó los argumentos en los que se escudaron en cada manifestación pública y privada.

Argumentos que van desde las diferencias presupuestarias con los países del Bloque Norte, las facilidades de accesos a sus países y el desfile institucional -que tanto mencionan- que deben hacer para que se les apoye con fondos y así aspirar a la organización.

¿Acaso el Consejo Ejecutivo olvidó el espíritu del bloque de países latinoamericanos que presentó una moción para poner a rotar con condiciones justas el G2 de la President’s Cup? Manifestación pública hecha durante la Asamblea General de WTPA del 2019 en Portland, Estados Unidos.

Paradójicamente, la mayoría Ejecutiva aprobó atarse de manos y pies para pelear de frente con los países que más recursos poseen. ¿Por qué? Suposiciones hay muchas, pero hablemos de hechos.

La metodología ‘Helderiana’, aprobada al inicio de su gestión interina, ya comienza a dar síntomas de lo que podría enfrentarse toda el área.

Por ejemplo: Con un error garrafal de comunicación interna, Fracisco Camacho, presidente de la Federación Dominicana de Taekwondo, vicepresidente de WTPA y ministro del Deporte de su país; se adelantó al orden lógico de los hechos y filtró -antes de ratificarse- que su país será la sede del Clasificatorio Panamericano Juvenil para Cali 2021. Incluso antes de manifestar por escrito y formalmente el deseo de organizarlo.

Tras abordarse en dos ocasiones a Helder Navarro, el jerarca primero dice que no se le ha dado oficialmente el evento a Dominicana, pero que se está a la espera de la carta formal de postulación porque es la única nación con interés de correr el evento. ¿Y entonces? ¿Un jerarca por poseer los US$25.000 que se solicitaron ya se hace sin el debido proceso con un evento?

Lo curioso -y muy curioso- es que en un segundo abordaje, con menos de 24 horas de diferencia, Navarro admite que Puerto Rico había mandado la carta formal revelando interés y que no se le respondió aún porque será hasta que se llegue a la Sesión del Consejo Ejecutivo -sin fecha todavía- cuando se le dé trámite y respuesta.

Es decir, hasta el día de la ratifación de la sede a Puerto Rico se le dirá si va a dársele chance de que aspire.

Pasa que Puerto Rico en la carta solicita a WTPA re valorar el monto de US$25.000 porque considera que su país tiene la condiciones sanitarias y de bioseguridad para organizar el Clasificatorio, pero que el costo por los derechos es muy alto.

“(…) Pensamos que podríamos ser una alternativa viable para llevar a cabo este evento, por lo que podríamos, a su vez, adelantar el Puerto Rico Open, que lo teníamos programado para finales de ese mes y realizar todos los eventos esa semana. Puerto Rico tiene una posición estratégica, proveyendo un cómodo viaje desde la mayoría de los países del continente americano y también poseemos una variedad indefinida de infraestructura”.

Dicho esto, es de conocimiento internacional que, aún con todas las facilidades que posee nuestra isla, también es un país con un gobierno en quiebra, por lo que no tiene el dinero para subvencionar ningún evento. A estos efectos, nos gustaría que consideren nuestro país como destino del clasificatorio, y a su ez, reconsideren la tarifa y los términos solicitados para la realización del mismo”, dice la misiva oficial firmada por el presidente de La Puertorriqueña, Elvin Landrau.

La misma situación de los derechos afectó a Ecuador y Uruguay, que en una charla regional, manifestaron interés por aspirar al torneo, pero desistieron por el monto exorbitante que está cobrándose para dejarse el torneo.

Es que parece incocebible que la mayoría simple del Consejo Ejecutivo de WTPA le ponga más valor a un Clasificatorio Juvenil que a los G2 y G1, con precios establecidos por Federación Mundial.

Helder Navarro dijo que hay criterios técnicos que sustentan la decisión de la ley de la oferta y demanda, criterios que algunos miembros del Consejo Ejecutivo con los que se habló para este editorial dijeron desconocer.

Los síntomas de la ley de la oferta y la demanda habrá que mantenerlos bajo monitoreo constante, minucioso y riguroso, porque pareciera que preceden a una terrible enfermedad donde la única cura está para los que tienen dinero.

¿Qué pasará con los países con menos recursos y que deberán perseguir los eventos trascendentales de sus Comités Olímpicos lejos de casa y probablemente con comitivas disminuidas por la falta de recursos? ¿Dónde está el juego limpio y equitativo que se exhorta en la tan utilizada carta olímpica? ¿Dónde queda el espíritu de desarrollar integralmente la región?

Los síntomas brotan, pero lo bueno de esto -tal cual lo dijo el presidente Navarro- es que el Consejo Ejecutivo está a tiempo de eliminar esta ‘ley’. Y entonces erradicando esa práctica -preferida por el Club de países ricos- ahora sí: ser consecuente con el discurso público y privado de trabajar políticamente por un Taekwondo justo, limpio y con potencial para rescatar miles de sueños de los practicantes, que son quienes terminan pagando los platos rotos.