Aunque el brote de coronavirus ha cerrado los deportes en todo el mundo, potencialmente ha abierto la puerta para que los tramposos usen drogas que mejoran el rendimiento sin temor a ser atrapados.

En medio de la preocupación por el contacto cercano entre atletas y evaluadores, muchos países han reducido significativamente sus programas de monitoreo. Esta semana, la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) publicó un documento de preguntas y respuestas, insistiendo en que buscará formas de abordar el problema.

“La AMA es consciente del hecho de que la cantidad de actividad de pruebas variará globalmente dadas las diferencias regionales en términos de restricciones de salud pública”, dijo el director general Olivier Niggli. “Por lo tanto, la agencia vigilará de cerca los desarrollos”.

Estados Unidos y Gran Bretaña se encuentran entre muchos países donde las autoridades antidopaje reconocieron una reducción en las pruebas debido a las restricciones de COVID-19.

Los atletas también han expresado su preocupación por los tramposos suspendidos que se habrían perdido los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero recuperarán la elegibilidad a tiempo para los Juegos de Verano pospuestos en 2021.

La AMA anunció la creación de un grupo de pruebas estratégicas para encontrar ajustes en el monitoreo y la aplicación. Con algunos países saliendo del bloqueo, la agencia espera recuperar el tiempo perdido.

“Cuando el panorama deportivo regrese a una cierta normalidad, estas ‘brechas’ en las pruebas se abordarán de forma cooperativa a través de pruebas específicas adicionales, especialmente dado que la recolección de inteligencia y las investigaciones continúan”, dijo la agencia en un comunicado.

David Wharton, Los Angeles Times.