Fernando Akilian

Lic. Prof. Fernando Akilian
Maestro de Taekwondo 4ºDan Kukkiwon
Profesor de Educación Física
Licenciado en Actividad Física y Deporte
Licenciado en Ciencias de la Educación
Autor del libro “Taekwondo Olímpico. Enseñar el arte de jugar el deporte”

 

Introducción

En el presente artículo intentaremos reflexionar, con el aporte de algunos conceptos extraídos de la Pedagogía y la Didáctica, sobre el título de este artículo. Sabemos que a lo largo de las décadas hemos podido observar como un saber y construcción cultural proveniente de la península de Corea, el Taekwondo, nace con contenidos específicos a enseñar ya sea, desde técnicas y movimientos estereotipados hasta pronunciar el ideal de sujeto que se desea formar o educar con bases en una filosofía propia, característica de esa parte en Oriente. Luego de universalizarse en todo el planeta, surge el deporte Taekwondo con su entidad, sus reglas y, como comentáramos en artículos anteriores, los nuevos roles: entrenador, deportista, árbitro y dirigente. Esa convivencia trajo aparejado el crecimiento de ambas modalidades o corrientes, pero también, y más en estos últimos años, debates informales sobre qué enseñar y si una modalidad es mejor que la otra. Analicemos en este breve artículo algunos aspectos que pueden influir en nuestra practica como docentes en Taekwondo, en particular, en la selección de los contenidos que se enseñan en una clase.

Desarrollo

En la Educación formal, los contenidos a enseñar forman parte de un proceso de selección cultural. Personas especialistas en distintas áreas, una comunidad, artistas, el Estado, todos aportan o deciden desde algún lugar, que se enseña y finalmente, llegar al diseño del currículum escolar. En el Taekwondo como construcción social y cultural y con una fuerte presencia en el ámbito de la educación no formal (talleres extraescolares, academias privadas, gimnasios, clubes, etc.) la variedad de contenidos que presenta esta actividad es muy amplia y para pensar en la programación de la enseñanza se hace necesario dilucidar los fines y objetivos que se persiguen en la filosofía y visión que se tenga según cada entidad o maestro o instructor, contexto y coyunturas y condicionantes. Afirmar cual es el verdadero Taekwondo o que modalidad es la mejor, es tan subjetivo como pensar qué lugar del mundo es mejor para irse de vacaciones. Todo forma parte de una idea o imaginario popular y vivencial que resulta complejo responder ante ciertos planteos, lo que daría como resultado un sin fin de opiniones.

 

El Taekwondo arte marcial y el Taekwondo deportivo: Condicionantes en la selección de los contenidos a enseñar

 

En la educación formal y no formal dijimos que es importante fijarse objetivos claros ya que enseñar sin saber que se pretende transmitir a las personas lleva claramente a la entidad, maestro o entrenador a la improvisación, pérdida de tiempo, desgaste personal o riesgos. Es por ello que, aquel que elige la docencia del Taekwondo arte marcial o deporte o ambos, seguramente deberá de proveerse de aquellos saberes relacionados con esas áreas. Donde y cuando proveerse de esos saberes y actualizarse, ya fue motivo de artículos anteriores y dependerá de cada sujeto, las escuelas o entidades que regulan la actividad.

 

Entrenadores y Maestros de Taekwondo: semejanzas y diferencias actuales. Una mirada desde la Pedagogía

 

Probablemente el lector que cuente con más de una década dando clases intentará convencerse que lo que se enseña en Taekwondo es lo que él/ella, y así lo sostiene la pedagogía tradicional que esta basada justamente en los intereses del enseñante. Sin embargo, invitamos a reflexionar con este breve análisis didáctico curricular y siguiendo con el título del presente artículo sobre aquellos posibles condicionantes en el momento de seleccionar contenidos para enseñar.

La Didáctica, disciplina que nos permite analizar, entre otras cosas, el currículum, los contenidos a enseñar, métodos, planificación de clases, la evaluación, nos recuerda que, para elegir que contenidos le enseñaremos a nuestros estudiantes o deportistas de cualquier modalidad o área, existen condicionantes que, conociéndolos, pueden aportarnos claridad para responder lo que finalmente nos conducirá a la planificación: dónde, cuándo, a quién, cómo.

A continuación, haremos una breve descripción de aquellos condicionantes más sobresalientes que creemos que influyen en el momento de seleccionar contenidos para su posterior programación, colocados aquí en un orden sin jerarquía.

Condicionante 1: el sujeto de aprendizaje

Cuando un instructor o entrenador de Taekwondo desea elegir que enseñar, debería preguntarse y responderse antes, quiénes serán sus destinatarios. Programar la enseñanza a niños de 4 años no debería ser lo mismo que a sujetos de 12 años. Esta clara diferenciación se presenta como un aspecto relevante en el momento de elegir los saberes a transmitir. En el Taekwondo tradicional se reconocía muy poco las características del sujeto, ya que todos pasarían a ser iguales, desde una mirada homogénea, pudiéndolo describir con frases similares a: “Se enseña lo mismo, pero menos cantidad”, “se enseña lo mismo, pero menos repeticiones”, “se enseña lo mismo, pero menos tiempo”.

El factor cuantitativo era la variable en épocas de inicio de la enseñanza del Taekwondo en las academias o gimnasios y en el momento de plantear los contenidos y las actividades. En las épocas que transcurren aprendemos que ciencias como la psicología evolutiva o del desarrollo, nos permite conocer que conductas son las esperables por edades según las distintas áreas del Ser Humano y que existen momentos propicios para enseñar ciertos contenidos y esperar el momento para enseñar otros.

Condicionante 2: el enseñante. Su educación. Su biografía

En las artes marciales y en el deporte, la pedagogía tradicional se basó, someramente, en que los saberes que se transmitían de generación en generación fueron en base a la reproducción de cada acción, gesto, forma y su respectiva memorización. En este caso, todo aquel que llegaba (o llega) a cinturón negro, simbólica y culturalmente se le permite ejercer el rol de enseñante. Los contenidos a enseñar estarían marcados por su propia vivencia. Esos saberes, las formas o métodos serían copiados de su Maestro ya que este sería su modelo durante un periodo de tiempo particularmente durante toda su etapa formativa desde cinturón blanco a negro.

Pensar en otras estrategias de enseñanza implicaría en el imaginario del novato un temor a equivocarse o experimentar nuevas formas de intervenir en la clase, podrían salirse de los modelos provistos en su biografía de practicante o de los propios de la entidad de la escuela y generar incertidumbre. Desde una mirada pedagógica y en la formación de docentes, esto último manifestaría un riesgo que sería el de plasmar una única huella como modelo de enseñanza a cualquier sujeto o contexto con la latente posibilidad de fracasar o hasta generarle un problema de aprendizaje al sujeto.

Condicionante 3: el tiempo de clase

El tiempo o duración de la clase y su sistematicidad también pueden ser condicionantes de los contenidos a enseñar en Taekwondo. Una clase de 60 minutos puede recibir modificaciones si estaba pensada para una clase de 90 minutos. También, enseñar un contenido a sujetos que asisten dos veces por semana puede recibir modificaciones en la planificación o la complejidad del tratamiento de los contenidos si se extiende a 3 o 4 veces por semana. En todos los casos, los profesores deben hacer los ajustes necesarios.

Condicionante 4: los materiales didácticos

Algunos contenidos a enseñar pueden ser suprimidos por falta de material didáctico o extender la cantidad de sesiones para la adquisición de esos saberes o modificarse, por la ausencia de aquellos recursos que hoy se entienden por facilitadores de la enseñanza y el aprendizaje. Existen saberes que sin el material didáctico adecuado podrían generar riesgos en el momento de querer tomar contacto con ellos.

Condicionante 5: la infraestructura

Otro condicionante para elegir contenidos sería el lugar que contamos para enseñar. Probablemente, algún practicante que cuente con algunas décadas dentro del Taekwondo, podría relatar que en sus inicios se practicaba en cualquier local y superficie, con o sin ventanas, descalzo y si el alumno se lastimaba eso era signo de esfuerzo, voluntad. Sin embargo, la concientización en medidas de seguridad, la salud del alumno-deportista, el deporte Taekwondo que incentivó que la practica debía realizarse sobre una superficie de goma, pasaron a ser más tenidos en cuenta dentro de los recursos necesarios para enseñar.

Las actividades relacionadas con la defensa personal o el combate donde pueden existir caídas, estas superficies ayudan a amortiguarlas y así poder enseñar contenidos con más seguridad corporal. Aquellos que comenzamos a enseñar en pisos duros de cerámica o baldosas, hoy, sin el piso de goma probablemente, habría contenidos que no enseñaríamos por el riesgo al que nos exponemos todos.

Conclusión

Enseñar puede hacerlo cualquiera. El Hombre desde sus orígenes lo hizo y fue transmitiendo sus saberes, técnicas y habilidades de generación en generación. Sin embargo, desde la Pedagogía actual clasificando a la educación en formal, no formal e informal, las dos primeras presentan fines y objetivos con un claro propósito y quienes están a cargo de ella deberían contar con una formación certificada, acreditada y supervisada por instituciones formales y/o no formales. Es por ello por lo que bregamos para que, ante la complejidad que implica planificar y programar la enseñanza, haya una formación científica, académica y sistemática, con un proceso de actualización de aquellos que quieran desempeñarse en la docencia en el Taekwondo a sujetos convencionales o con algún tipo de discapacidad de cualquier edad o contexto.

Por lo anterior, afirmamos la idea que para programar la enseñanza pueden existen manuales en el mercado donde indiquen qué hacer, cómo, cuándo, dónde, sin embargo, esta lógica impacta sobre los condicionantes ya que, desde un paradigma crítico la enseñanza es un intento y cada grupo humano puede presentar características propias y únicas. Pensar que porque estoy enseñando, mis alumnos aprenderán de manera lineal, forma parte de una relación causa-efecto ficticia.

Debemos ser cuidadosos cuando tomamos contacto con obras que se titulen, por ejemplo: “Guía para la enseñanza del Taekwondo”, “Manual para enseñar Taekwondo”, dado que a veces pueden estar dirigidos a una clase de alumno-deportista tipificado como “normal”, “homogéneo”, “igual”.

Ante tanta información, debemos estar preparados para filtrar lo estrictamente necesario y evaluar aquellos condicionantes que influyen, no solo para elegir contenidos sino finalmente, para planificar la enseñanza integralmente. ¿El Taekwondo puede resolver problemas sociales, psicológicos o motrices de las personas? Todo dependerá de cómo se enseñe, la formación del docente y, por otro lado la actitud del aprendiz. El Taekwondo por si solo no es la solución a todo, pero si un medio enriquecedor, bien enseñado, para cambiar la vida de las personas.

Referencia bibliográfica

  • Akilian, F. (2009) Taekwondo Olímpico. Enseñar el arte de jugar el deporte. Buenos Aires. Ed. Kier.
  • Artes Marciales. Enciclopedia práctica (1981). Ed. Nueva lente. Madrid
  • Blázquez Sánchez, D. (1998) Iniciación Deportiva y deporte escolar. Barcelona. Ed. Inde.
  • Gómez, R., Martínez Alvarez, L. (2015) La Educación Física y el deporte en la edad escolar. El giro reflexivo en la enseñanza. Buenos Aires. Ed. Mino y Davila.
  • Gvirtz, S., Palamidessi, M. (1998) El ABC de la tarea docente. Buenos Aires. Ed. Aique.
  • Gvirtz, S., Abregu, V., Grinberg, S. (2007) La educación de ayer, hoy y mañana. El ABC de la Pedagogia. Buenos Aires. Ed. Aique.
  • Marcelo, C. y Vaillant, D. (2015) El A, B, C y D de la formación docente. Madrid. Narcea Ediciones.
  • Martínez Guirao, J. (2013) Una etnografía de las artes marciales. Procesos de cambio y adaptación cultural en el Taekwondo. Alicante. Ed. Club Universitario.