Uriel Adriano cuando ganó la medalla de oro mundial en Puebla 2013. Foto: Marco López/MasTKD.com
Uriel Adriano, campeón mundial de Puebla 2013, vuelve a la selección mexicana de Taekwondo con una sed de revancha insaciable y la promesa de revivir la época de dorada tras consolidarse en la preselección para Barranquilla.
Lejos de retornar en calma y con concentración en los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, Adriano desata una ráfaga de lo que podría interpretarse como reclamos, en el periódico azteca Excelsior.
“La gente no sabe todo lo que debe hacer un campeón del mundo, aunque no tenga apoyo de nadie”, arremetió el medallista de oro mundial en el diario.
El mexicano disputará los -80 kg y asegura que irá más allá de Colombia. Uriel ya sueña con Tokio 2020. Sin embargo, para llegar a Japón en ese peso, deberá sobrepasar a un René Lizárraga que desde noviembre no se sube a un pódium, el último fue el bronce del Grand Prix Series 2 de Rabat, en Marruecos.
Castigan a Uriel Adriano y Damián Villa por actos de indisciplina
La carrera de Adriano, con 27 años, se vio estancada en 2015 cuando una serie de lesiones lo alejaron de los tatamis. Además, los focos de la indisciplina lo encandilaron en el escenario de la cúspide deportiva cuando en 2014 fue excluido de viajar a República Dominicana con el equipo titular y a partir de ahí el pánico escénico comenzó a devorarle el rendimiento.
En su momento, Uriel Adriano dijo que la supuesta indisciplina se debió a ausencias justificadas de los entrenamientos con el tri. Mientras que el reporte oficial de la Federación Mexicana de Taekwondo (FMTKD) solamente se pidió la sanción como medida correctiva, sin especificar los porqués.
Ahora, con más experiencia, el preseleccionado nacional sale al foco de la opinión pública agradeciéndole al ejército de su país y a su familia por el apoyo. Dejó atrás el feo y oscuro pasillo del olvido y utilizó como iluminador el resultado del Canada Open, único evento G en el que estuvo en 2017, donde ganó plata en los -87kg.
“Apoyos, sólo los tuve de mi familia y del Ejército, que también ha sido un respaldo. Me dieron la mano para ir a Canadá, ahí está el resultado porque siempre que salgo del país doy resultados y quiero seguirlo haciendo”, recriminó en el Excelsior.
Uriel Adriano se fracturó la mano en Corea en el 2014. Foto: Archivo
Adriano comienza a jugar sus cartas de cara al selectivo nacional definitivo que será en marzo, en el estado de Nuevo León, al norte de México; donde el primer paso será clasificarse a los Centroamericanos y del Caribe de julio.
Mientras tanto la sed de revancha por llegar a las justas olímpicas del 2020 seguirá insaciable y únicamente desaparecerá cuando aterrice en Japón.
Fuente: El Excelsior
Esteban Mora, Exclusivo MasTKD.com
