Laura Kim: “Las chicas también somos muy guerreras”

 

El sacrificio que hay detrás de sus éxitos acaba pasando factura. Su cuerpo se queja. A sus espaldas, infinidad de entrenamientos a las órdenes de Jeong Cheol Kim, su padre y maestro. La alicantina, de progenitores coreanos, sabe que hay vida más allá de la competición y quiere explorar esos territorios a los que ha tenido que renunciar por el deporte. Arranca una nueva vida.

¿Le costó tomar la decisión?

Me costó y me afectó. Pero era una decisión que tenía que tomar. Lo he estado pensando durante mucho tiempo. Pienso que es el mejor momento para retirarme. He conseguido bastantes de los objetivos que me he propuesto, por no decir todos. Pero llevo arrastrando algunas lesiones y a la hora de entrenar lo voy notando. Me cuesta más recuperarme. Y me resiento casi a diario. Si hubiese continuando compitiendo, habría estado todavía entre las mejores, pero también quiero ver mi salud. No quiero verme muy mal físicamente dentro de 30 años.

¿Se resiente a diario?

Al nivel que entrenamos nosotros, la repetición de cada movimiento es muy continua y las articulaciones se resienten mucho. Tengo operadas las dos rodillas y eso tiene sus secuelas.

 

Laura Kim lista para entrar a escena

 

¿Le queda la espinita de no haber competido en unos Juegos Olímpicos?

Ya he alcanzado muchas metas. En todos los campeonatos internacionales en los que he participado, he conseguido el mejor resultado posible. Ni me habría planteado ser campeona del mundo una vez y lo he hecho tres veces. Cualquier deportista estaría contento de un resultado así. El único campeonato internacional que me quedo con las ganas de saborear sería los Juegos, pero dentro del taekwondo, la modalidad de poomsae no está contemplada.

¿Con qué se queda?

Estoy contenta con todos los resultados, pero lo más importante para mí durante este tiempo son las amistades y el compañerismo que he tenido con toda la gente en el mundo del taekwondo.

¿Es la taekwondista española más laureada en su modalidad?

En España, quizás sea yo la que ha conseguido más títulos internacionales en poomsae.

 

Laura Kim: “Las chicas también somos muy guerreras”

 

Ha estudiado Turismo y ahora trabaja en la Federación Española. ¿Qué cargo ocupa?

Ya trabajaba en la Federación. Llevo el departamento internacional. Hablo inglés.

¿Por qué eligió el poomsae en lugar de la de combate?

Desde pequeña empecé a competir en poomsae y me gustaba muchísimo. Hicimos un grupito los compañeros de gimnasio y empecé así. Pasaba muchísimas horas en el gimnasio, porque era de mi padre. Del colegio iba al gimnasio y del gimnasio, a casa. En algún momento tenía que surgir mi vena deportista.

 

Familia Kim de España, Tricampeones Mundiales

 

Incluso ha competido junto a su padre.

La competición de poomsae va por edades. En 2012, quedamos los dos campeones del mundo, cada uno en su categoría. Y varias veces de Europa. Mi padre es la persona que me ha introducido en este mundo y la persona a la que le debo todos mis resultados. Él ha sido mi maestro, el que me ha educado. Él me ha enseñado todo lo que sé del taekwondo. Ha sido duro conmigo, pero eso también se lo agradezco porque me ha hecho ser más fuerte.

¿Él se ha comportado más como maestro o como padre?

Tiene sus momentos. Cuando entrenamos en el gimnasio, él no me ha tratado como a su hija, sino como a un alumno más de los que entrenaban. Si me tiene que echar una bronca o corregir, ha sido igual conmigo que con el resto. No me ha dado ninguna prioridad por ser su hija. Es muy estricto y lleva la disciplina a rajatabla.

¿Ese tipo de educación forma parte de la cultura oriental?

Sí. En la cultura asiática, por lo general, el respeto y la disciplina es algo muy serio. Mi padre siempre me ha educado en base a esos valores. Ha sido muy recto conmigo, pero viviendo en España quizás no ha sido tan exigente.

 

Laura Kim: “Las chicas también somos muy guerreras”

 

¿Él ha entendido su retirada?

Por una parte le ha dado pena, pero por otra entiende que no es sólo la competición. He dedicado muchas horas a entrenar, competir, viajar… Y todo eso me vale durante un tiempo, pero ya me voy empezando a plantear otras cosas. Quiero dedicar más tiempo para mí y disfrutar de otras que en su momento, por tener que entrenar, no he podido hacer. Es momento de ponerle fin y vivir otras experiencias.

Sus padres emigraron y aterrizaron en Barcelona.

Mis padres vivían en Corea del Sur y, cuando vinieron a España, yo estaba dentro de la barriga de mi madre. Mi madre estaba embarazada de mí. Al principio fuimos a Barcelona. Nací en Barcelona y, a los pocos años, nos vinimos a vivir a Alicante. Yo era muy pequeñita.

¿Por qué emigraron?

Mi padre quiso buscar una aventura en el extranjero. En un principio, pensó en ir a América, pero finalmente se decantó por Europa. Y vino a España. Y yo me alegro. Me encanta Alicante y España.

Su padre tuvo valor.

Fue un cambio radical. Por la cultura y porque no sabía hablar español. Pero una vez aquí, conocimos gente que nos ayudó muchísimo y, poco a poco, todo salió perfecto.

¿El poomsae refleja la esencia del arte marcial?

Sí, puede ser. El combate es diferente, es lo que conoce todo el mundo. Todo el mundo lo conoce porque lo ha visto en los Juegos. El poomsae es más un entrenamiento. No necesitas un contrincante.

 ¿Acabará entrando esta modalidad en los Juegos?

A medio o largo plazo, lo veo complicado. Se tiene que conocer aún muchísimo más. La parte que siempre se destaca es el combate. El poomsae no llega a despegar y eso que tiene muchísimos practicantes. Y mucho más ahora que antes. Yo creo que, si se promocionara de otra manera, sí podría llegar a los Juegos. Pero a día de hoy es un poco complicado. Los pioneros fueron los coreanos. Al principio había muchísima diferencia con ellos, pero ahora el nivel europeo ha mejorado muchísimo. El poomsae, dentro del taekwondo, ha tenido un auge, pero no lo suficiente aún.

¿Corea la intentó reclutar?

No. En Corea el nivel es diferente. El número de competidores también es mucho mayor que aquí. Allí los campeonatos son a lo bestia.

¿Ha llegado a sufrir el racismo?

Nunca. Y menos en taekwondo, porque la gente sabe que es un deporte asiático. En el colegio, sí. Lo típico. Los niños siempre te hacen algún comentario. Pero no le he dado mucha importancia.

Se retira como todo un referente del taekwondo femenino.

Hay muchas deportistas que son muy buenas. Las chicas también somos muy guerreras.

 

Las Provincias