mask training

 

Lo que persigue la training mask, una máscara de entrenamiento de elevación, es entrenar en altura, pero desde cualquier parte.

El objetivo es aumentar la producción de glóbulos rojos y, por consiguiente el rendimiento deportivo y capacidad pulmonar.

La training mask es un aparato respiratorio que permite simular el entrenamiento en altura, limitando la entrada de oxígeno que se respira mientras se hace ejercicio.

Cuando una persona hace ejercicios en altitud alta, aumenta la ventilación, que causa niveles reducidos de CO2 en los pulmones, en la sangre arterial y en otras células del cuerpo. Con el uso prolongado de este aparato, el centro respiratorio se adapta a un CO2 más alto y la respiración es más lenta y fácil en el descanso.

 

El uso de la Training mask

Una de las grandes ventajas que tiene el uso de este tipo de máscara es que, por un escaso precio, alrededor de 100 euros, se puede simular un entrenamiento en altura, sin necesidad de ir a la montaña. Por lo tanto, se puede llevar a cabo en cualquier parte. Sin embargo, una de las grandes críticas para este sistema, es la ausencia de un experto que controle el funcionamiento de la misma, a diferencia de las máquinas de hipoxia intermitente que existen en muchos gimnasios.

Paralelamente, hay que tener en cuenta que no todo el mundo puede utilizar la training mask. Primero, y antes que nada, es necesario tener un buen nivel de forma física, ya que el sistema de la máscara supone un esfuerzo respiratorio importante y más si se le añade el realizar una actividad física, además de la sensación de agobio y cierta claustrofobia. Está contraindicado en mujeres embarazadas, personas con trasplantes de órganos, ataques de pánico, hipertensión, problemas cardiacos, obstrucciones pulmonares o hipotiroidismo, entre otras dolencias.

 

Los beneficios de la Training Mask

Los resultados del uso de la máscara de entrenamiento no difieren de los efectos de los mesociclos actuales del entrenamiento. Así pues, los cambios se harán evidentes al cabo de un mínimo de 3 semanas y un máximo de 6, según nos comenta el asesor científico-nutricional y preparador físico de Elikasport, Aritz Urdampilleta. De todas formas, también se corre un riesgo. “Al intensificar los entrenamientos, puedes no recuperar bien y, por ello, sobreentrenarte”, nos comentaba. Por este motivo, recomienda siempre que la planificación esté supervisada por un licenciado o doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Especializado en la materia.

 

A grandes rasgos, los principales beneficios del uso de este instrumento son:

 

• Fortalece los músculos inspiratorios
• Mayor tolerancia al lactato (puesto que esta situación lo induce)

 

Aritz Urdampilleta deja claro que “por ahora, sólo se recomienda a deportes lácticos, como el Taekwondo y otros deportes de combate, ya que potencia el metabolismo anaeróbico láctico y permite limitar la recuperación, lo cual aumenta la carga de entrenamiento en menos tiempo”. Eso sí, argumenta el científico, “hay que ir con mucho cuidado en su uso, ya que podemos marearnos”.

Teniendo en cuenta estas capacidades, su uso puede ser recomendable para deportes con un gran componente anaeróbico como el Taekwondo pero, como decíamos con anterioridad, no es para todo el mundo.

 

Fuente: Marck Cornet CMD Sport

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Daniel Trapatoni, Exclusivo MasTKD