Muchos critican que el significado de la palabra DO (de Taekwon-Do) se encuentra en agonía. Otros la han enterrado y la ven como algo que existió. Sin embargo muchos no saben que esa parte es en la que atletas de calibre mundial se están enfocando para desarrollarlo a la perfección.

Algunos eruditos del Taekwondo afirman que este arte marcial es un 80% mental y tan solo un 20% físico. Algo, que a criterio de muchos, es indiscutible, y que para otros no es más que una blasfemia.

Pero, véase así: el descifrar un combate es como estar jugando al ajedrez.

Para amarrarlo y poder dominarlo, el competidor con más ganas de ganar deberá pensar, creer en su éxito, imaginarlo durante sus decisiones y pedir a su cuerpo una serie de técnicas, para al final salir victorioso.

Empero, para poder sostener con mucha más validez esta aseveración, vale la pena recalcar que en el Taekwondo no gana el de mejor físico, sino el de mentalidad infranqueable.

Existe una pseudociencia que se denomina Ley de la Atracción. Su primer registro escrito data de 1902, en el libro Piensa como Hombre, de James Allen.

También, el tibetano Djwhal Khul, la define como la Ley Suprema que impera en el Sistema Solar.

Se rige bajo cuatro premisas: pedirle al universo; visualizar la petición; creer en todo momento que se tiene lo pedido; y recibir lo visualizado.

Hoy, esta técnica es la que impera en muchoscompetidores elite del Taekwondo hasta selecciones nacionales completas, casualmente son aquellos que han logrado una gran vitrina de medallas en los eventos más importantes del orbe.

El ídolo del Taekwondo mexicano, Damian Villa, confirmó a MasTKD, que la técnica de visualización (o Ley de la Atracción) la ha trabajado desde que se formaba en su academia junto a su padre, y que aún hoy con un gran bagaje en la competición de élite mundial, la sigue mejorando para obtener los resultados deseados, con ayuda del psicólogo que está asignado a los deportes de contacto en México.

“Me ha ayudado muchísimo, gran parte de los éxitos que he alcanzado, han sido por un buen trabajo de visualización”, contó en exclusiva para MasTKD el azteca de menos de 58 kg.

Autores como Wallace Delois Wattles o Charles Haanel atribuyen los principios de la ley en la física cuántica. Aseguran que la energía emitida por el cerebro en las ondas alfa, beta, theta y delta, atraen otro tipo de energía que por ende acerca lo que estas cuatro ondas emitieron. Algo así como un imán o magneto.

Para muchos, esta técnica parece descabellada, pero debe de tener algo de cierta, pues Villa afirmó que conoció el poder de esta ley en la pelea que lo colocaría en el Mundial de Copenhague del 2009.

“Yo creo que la situación que más marcó mi vida, y en ese momento me di cuenta que sí servía mucho, fue en la evaluación nacional para ir al mundial de Copenhague 2009.

Me tocaba la última pelea con Guillermo Pérez, que venía de ganar Juegos Olímpicos; yo me había quebrado el empeine, una pelea previa, pero ya había visto mil veces en mis pensamientos, y en cada entrenamiento, que yo ganaba ese combate.

Por casi un año lo visualicé, y efectivamente, las cosas salieron como yo las esperaba y me gané mi pase para asistir al mundial”; relató Villa.

Grandes expositores sobre el tema de la Ley de la atracción, como Bob Proctor, afirman que los principios no se rigen únicamente por lo que se piense, sino por lo que se diga, crea y quiera.

Proctor segrega los pensamientos humanos en dos: los conscientes y los inconscientes.

Con los primeros no hay gran problema, pues la persona sabe lo que está pensando, sin embargo la piedra en el zapato aparece con los segundos, que son los más difíciles de descifrar.

Asegura que la única manera de poder hacerlo es mediante la práctica de los cuatro principios de la ley.

Evidentemente esta ley se acopla perfectamentecon respecto a la parte filosófica del Taekwondo.

División que es la más difícil de dominar, ejercitar y comprender, pero que es una garantía de éxito para quien la entrene responsable y perseverantemente.

Pues repito: en el Taekwondo no gana el de mejor físico, si no el de mentalidad infranqueable.

Recuerde, cada quien escoge su camino, y lo hace tan empinado como quiera o tan llano como guste, pero serán invencibles quienes logren encontrar el sendero que los lleve a descubrir su verdadera filosofía. Camino que no se entrena; solo se desarrolla.

 

Por Esteban Mora, Exclusivo MasTKD