Taekwondo-Vieja-Escuela

 

Acostumbrados al sufrimiento que suponía recibir golpes en prácticamente todo el cuerpo en cada entrenamiento, en una época donde ser duro y fuerte no era una elección, sino tu única opción si lo que querías era ponerte un peto y salir a pelear.

En cada competición te iban a exigir al máximo en un pabellón que no era un sitio para blandos ni débiles de espíritu. Cientos de guerreros se daban cita ese día para rendirse cuentas unos a otros.

Lo que allí sucedía era un culto a la lucha y nadie estaba dispuesto a decepcionar. Pasara lo que pasara querías salir satisfecho por haberlo dado todo, eso era un sentimiento generalizado donde nadie pensaba en la posibilidad de rendirse, podrías ganar o perder, pero pelearías y sufrirías hasta el último segundo.

Palo por palo y a cara de perro, adrenalina liberada por todo tu cuerpo simbolizaba un combate sin cuartel, sólo unos pocos guerreros entre miles y miles llegaban a lo más alto y dejaban su nombre escrito en el mármol de la historia: honor y gloria para todos ellos.

Pero también merecen el honor y la gloria los que tenían el valor y estuvieron ahí enfrentando a esos guerreros, haciéndolos sufrir y generando que sus gestas fueran aún más grandes.

 

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“Antiguos Guerreros” que en la actualidad andan un tanto incomprendidos por su forma de entender y sentir un Taekwondo que fue o aún es su vida.

“Antiguos Guerreros” que algunos andáis renqueantes de viejas batallas y apenas podéis realizar un boceto del que fue vuestro enorme talento.

“Antiguos Guerreros” da igual vuestra condición actual, merecéis el respeto de todas las generaciones y el de la historia, ya que sois el orgullo de una forma de pelear grande y autentica que difícilmente vaya a volver.

“Antiguos Guerreros”, compañeros, yo me pongo firme y os saludo; Chariot Kione.

 

 

José Torralvo, Exclusivo MasTKD
MasTKD.com
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