MasTKD conversó en exclusiva con Rosendo Alonso, Director Técnico de Egipto y ex entrenador del equipo mexicano de Taekwondo, quien se confesó para la sección “Off The Record”. Luego de la extensa charla sostenida con el español, acá les presentamos un resumen de lo acontecido.
Rosendo, un gusto tenerte con nosotros en “Off The Record”, conversemos cosas que probablemente no dirías frente a una cámara.
Hola (sonríe), un gusto compartir contigo, conversemos entonces.
A todos les tomó por sorpresa tu salida de México, para los ojos de toda la gente parecían muy bien establecidos. ¿Cómo nace la propuesta de Egipto y que les hace tomar la decisión de dejar México?
Todo llega después de la copa del mundo, en el período vacacional, es allí cuando me contacta la Federación Egipcia para hacerme la oferta. En primer lugar, creí que no era bueno el cambio ya que estábamos adaptados a México y al equipo. No obstante, cuando nos informan de las condiciones, es cuando empezamos a poner en la balanza todos los pros y contras de las dos posibilidades.
Cuando le hacen ver este ofrecimiento a la FMTKD, ¿Cómo se tomó esta noticia la Federación Mexicana?
Sinceramente no lo sé. Previo a dejar México tuvimos la oportunidad de poder despedirnos de los atletas en enero de este año y desearles éxito. En los dos años que estuve en México, a veces les decía a los atletas que nadie (sea quién sea) es indispensable en un proyecto, que una baja se puede suplir perfectamente por otra, y creo que eso mismo se aplica a la situación de todo el grupo en general, tanto atletas como entrenadores. Nuestra decisión no afecta para nada a la Federación Mexicana, ya que tiene los medios suficientes para contratar a los entrenadores que deseen.
¿La relación con todo el equipo de entrenadores y staff estaba intacta, o tuvo esto que ver con su decisión de abandonar?
Nunca muerdo la mano que me ha dado de comer. Por mi parte, no tengo ningún problema con el equipo de entrenadores o personas del staff de la Federación Mexicana. Fue una etapa en la que conocí a gente profesional que trabajaba en equipo por una perfecta organización y con la cual aún mantengo una bonita amistad.
Trabajé con uno de los mejores equipos del mundo y excelentes atletas, de los cuales aprendí muchas cosas y a los cuales agradezco desde aquí el cariño y el apoyo que nos dieron cuando tomamos la decisión del cambio. En este trabajo, que tiene un principio y un final, veo lógico que cada uno se decida por la situación más favorable, y no solamente en lo económico, que ya de por sí era considerable, sino en el rol que desempeñas en un proyecto. Por eso, cuando Egipto nos plantea los roles y las condiciones hasta los Juegos de Río de Janeiro, nos damos cuenta que México no nos puede asegurar esas mismas condiciones. En ese momento entras en un terreno en el que todo puede pasar, en un futuro incierto en donde no hay nada escrito y en el cual el aprendizaje de los errores del pasado debe ayudarte a no tomar la decisión incorrecta.
¿No les genera temor la situación política que tiene Egipto en este momento?
Los índices de criminalidad en América latina no son muy alentadores. Sin embargo, no tuve problema de ningún tipo en los 3 años que estuve en Guatemala ni en los 2 años en México. Al contrario, visité muchos lugares como Izabal y Quetzaltenango en Guatemala; y Veracruz, Puebla, Chiapas, Mérida, Cocoyoc, Cancún y otros lugares en México, en los cuales la gente te enseña la otra realidad, que es la hospitalidad del ser humano. Egipto es un país de casi 90 millones de habitantes con gente maravillosa, con problemas diferentes a los de América latina provocados por unas minorías. Desgraciadamente, lo que vende y lo único que sale en la prensa es la criminalidad.
¿Cambia la responsabilidad que tienes en Egipto con la que tenías en México?
Sí. Mi puesto en México era de entrenador y ahora en Egipto es de Director Técnico.
He tenido la bendición de trabajar con el mejor equipo de América, y ahora estoy con el mejor equipo de África. Mi sueño es crear una estructura de trabajo confiable junto al egipcio Tamer Salah y la turca Gulsah Alonso, y superar esa medalla de bronce de Atenas 2004 en los Juegos Olímpicos de Río 2016.
Es de conocimiento general que en el matrimonio la mujer llega a tener la última palabra. ¿Cómo influenció Gulsah en la decisión de dejar México?
(Sonríe) Primeramente tengo que decir que no creo que haya una última palabra en las relaciones. Se trata de negociar que decisión sería la mejor para las dos partes, para que no hayan futuras incomodidades ni rencores. Creo que en muchas relaciones, la mujer toma las decisiones basándose en el valor sentimental, y el hombre sin embargo se basa más en el sentido común.
Me gusta mucho esta pregunta ya que uno de los rumores que alguien inventó en México después de que nos marchásemos era que dejábamos el proyecto porque Gulsah quería marcharse, cuando fue completamente al revés, es la que más se opuso al cambio ya que estábamos adaptados, trabajando cómodamente con un buen grupo y con buenos resultados. El tener que dejar un grupo con el cual compartimos bonitos momentos era duro sentimentalmente, pero el sentido común fue el que hizo que tomásemos la decisión de cambiar.
Bueno, Rosendo, les deseamos a ti y a Gulsah, el mayor de los éxitos en este nuevo proyecto que ya iniciaron y por compartir con nosotros estas intimidades.
Muchas gracias a ustedes por el constante apoyo. Continuaremos trabajando duro para lograr alcanzar nuestros objetivos.
Alex Korram, Exclusivo MasTKD
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