Choi Hong Hi

El Taekwondo no es solo lanzar trompadas y patadas”, afirma Choi Hong Hi, fundador del Taekwondo. También es relacionarse con las dictaduras de turno, realizar incansables viajes en busca de su difusión, pactar con el servicio secreto surcoreano -la KCIA-, querer unificar las dos Coreas, entrenar a los soldados estadounidenses que pelearon en Vietnam y haber participado en más de doscientos secuestros en Alemania Oriental. Por su parte, Kim Ung- Yong, ex presidente de la Federación Mundial de Taekwondo, asegura que “el Taekwondo no es solo para defensa personal; también debe ser utilizado para enderezar la humanidad, y como una disciplina para una sociedad recta y honesta”. Sin embargo, Kim Ung-Yong omite que gracias al Taekwondo llegó a ser vicepresidente del Comité Olímpico Internacional y mano derecha del presidente surcoreano; tampoco menciona el millón y medio de divisas extranjeras que encontraron en su casa antes de su excarcelación, o los cinco millones de dólares en oro, diamantes y joyas –patrimonio de la World Taekwondo Federation (WTF)- que fueron hallados en su casa.

Hay dos tipos de Taekwondo, ITF y WTF, como hay dos Coreas, del Sur y del Norte. Choi Hong Hi fundó el Taekwondo en 1955 en una casa de geishas coreanas; antes practicó karate, estuvo preso en Pyongyang y lideró 100 mil hombres en el ejército coreano a los que les enseñó su “poder indomable”. Con la caída del Imperio Japonés, Corea se libraba de los nipones pero debía tratar con la Unión Soviética y Estados Unidos. Choi, que había ingresado a las fuerzas armadas porque no toleraba a los asiáticos invasores, dirigió su odio hacia los comunistas.

Kim Ung Yong

Por su parte, Kim Ung-Yong, un políglota agente de la KCIA que trabajaba en Estados Unidos, tenía una estrecha relación con el dictador surcoreano Park Chung-hee, quien, además de crear el servicio de inteligencia coreano, fue el cabecilla del golpe de Estado de 1961. A fines de los 70, el presidente de Corea del Sur, junto a los líderes de las artes marciales, lo nombró mandamás de la Asociación Coreana de Tae Soo do, que luego sería de Taekwondo. Choi no entendía cómo una persona ajena al Taekwondo y al deporte podía hacerse cargo de una institución en crecimiento. El antecesor de Kim era justamente Choi, quien era el embajador surcoreano en Malasia, ya que las diferencias con Park lo habían alejado de su propio país. En 1966, nuevamente en una casa de geishas coreanas, Choi creó la Federación Internacional de Taekwondo (ITF).

Alex Gillis, autor de “Un arte mortal”, opina que la única responsabilidad de Kim era recaudar fondos para su asociación, y tenía que darle la transparencia que había perdido con el alejamiento de Choi. Las órdenes de Park eran claras: enviar instructores surcoreanos a los países que practicaban ITF. La KCIA, que ya no solo secuestraba y callaba a los opositores y periodistas, financiaba los gastos de la entidad que presidía Kim, quien ordenó construir un centro-sede que costó alrededor de 2 millones de dólares, para su “nuevo Taekwondo”. En 1973, Kim cambia el nombre de Asociación Coreana de Taekwondo a Federación Mundial de Taekwondo.

Choi, junto con su ITF, se exilia en Canadá. ¿Cómo un ferviente anticomunista recibe plata de Corea del Norte? Su amor por su creación y por su difusión hace que se vincule con el gobierno que antes veía como enemigo y, como entablar relaciones con los comunistas era penado con la muerte, se traslada a Toronto. Con Choi, en América y Kim desde Corea del Sur, comenzaba una guerra por el trono del Taekwondo Mundial.

En 1973 Kim hace un Torneo Mundial en Seúl y, como respuesta, un año más tarde Choi realiza el Campeonato Mundial de ITF en Montreal, Canadá. Con la separación de los Taekwondos empiezan las confusiones: Choi viajaba por todo el mundo diciendo que era el fundador y que debían practicar su arte marcial, mientras que Kim, que contaba con el apoyo de un país entero, mandaba a instructores, que antes practicaban ITF, afirmando que el único arte marcial coreano era el suyo.

Choi siempre quiso unificar su país mediante su arte marcial. Juan Antonio Samaranch, entonces presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), le dijo a Kim, que ya era vicepresidente del COI, que la única forma de que el Taekwondo estuviese presente en Sídney 2000 era que las dos Coreas compartieran su ingreso en la ceremonia inaugural. Kim y Choi cumplieron con la exigencia del español e ingresaron de la mano con una bandera blanca con la península en color azul.

Con la muerte de Choi Hong Hi en 2002, la confusión, acerca de qué Taekwondo prosperaría reinó en todos los gimnasios de la ITF. Era sabido que Choi no iba a dejarle el trono a su hijo, Choi Junh-Hwa, ya que su relación se fue extinguiendo con el correr de los años. La ITF se dividió en tres líneas: la Chang Ung, designado por Choi en su testamento para que llevara adelante su asociación; la de Choi hijo; y esta última estaba formada por instructores norcoreanos que no sabían a cuál acoplarse.

Existen dos tipos de Taekwondos, como hay dos Coreas, enfrentados entre sí y con objetivos muy diferentes. La unificación, tanto en el deporte como entre los dos países, parece una utopía.

 

 

Franco Franceschetti, Exclusivo masTaekwondo.com