Es el caso de Joel González, el taekwondista que nos dejó a todos boquiabiertos con aquella histórica e imborrable final del 8 de agosto de 2012 en Londres.

Su triunfo en los Juegos Olímpicos le ha reportado una repercusión que hasta el momento se le había negado y ha posibilitado que en los medios de comunicación haya espacio para uno de los deportes de combate más espectaculares que existen.

Como ya hicieran Rafa Nadal y otros ‘cracks’ del deporte en sus inicios, González eligió el fútbol en una de sus primeras etapas deportivas. El balón fue su primera prioridad hasta que su padre abrió un gimnasio en el que impartiría clases de Taekwondo. Fue uno de sus primeros alumnos y enseguida se le dio tan bien que cambió definitivamente el correr detrás de la pelota por las patadas.

Su carácter es el de un ganador nato. Dice que no siente la presión en el combate y no es de los que se conforman “solo con participar”. Un genio al que le quedan por lo menos dos Olimpiadas más para rendir al máximo nivel y seguir haciendo grande el Taekwondo. Hace unos días pasó por SPORT en donde contestó a nuestras preguntas:

 

 

¿Tanto cambia la vida eso de ganar un metal en unos Juegos?

La verdad que sí. Llegué a los JJ.OO. como campeón del mundo en dos ocasiones y habiendo concedido muy pocas entrevistas. Sin embargo, ha sido a raíz del oro en Londres cuando se me ha empezado a reconocer a nivel deportivo.

 

En julio de este año acudirá al Mundial que se celebra en México. ¿Es consciente de que opta al tercer oro consecutivo?

Sería un objetivo muy bonito poder conseguir ese tercer mundial, pero será más complicado porque mis rivales cada vez me tienen más estudiado. Si ya antes todo el mundo me quería ganar, ahora mucho más.

 

Teniendo en cuenta que usted es siempre el hombre a batir, ¿cómo logra evadirse de la presión en los grandes torneos?

Precisamente hago justamente lo contrario. Trato de disfrutar el momento ya que se trata de una gran cita, un evento espectacular y en el que todas las miradas están puestas en mí, así que lejos de intentar evadirme, lo que hago es vivirlo. Lo bonito de unos Juegos o un Campeonato del Mundo es llegarlo a disfrutar, no entrar con nervios y que al final se convierta en, la frase que muchas veces he oído: “Los Juegos Olímpicos son la peor competición de mi vida”. Escuchar eso es triste porque si vas a unas Olimpiadas es para disfrutarlo y llevarte un buen recuerdo y no para sufrir.

 

Una vez dentro del selecto club de los campeones olímpicos ¿le han empezado a llover patrocinadores?

No cabe duda de que el oro ha ayudado mucho. Hay algunas empresas que están interesadas y esperemos que todo acabe saliendo. Ese apoyo económico me vendría muy bien porque me daría cierta tranquilidad al afrontar las competiciones ya que si un año no me sale bien un mundial, al menos podré vivir del Taekwondo y dedicarme a entrenar sin tener que buscar un trabajo alternativo para subsistir. Hasta ahora dependemos mucho de las becas ADO que otorga el estado y su importe varía mucho en función de si ganas o no una medalla en una gran competición

 

Hay gente que por desconocimiento opina que el Taekwondo es un deporte violento en el que su hijo se puede hacer daño, por lo que acaba apuntándolo a fútbol. ¿Qué le diría a la gente que opina así?

Lo que pasa es que muchas veces la gente apunta al fútbol a su hijo porque quiere que sea el nuevo Messi. Pesa más la presión con la que algunos padres cargan a sus hijos que lo que realmente quieren hacer ellos, que es ante todo, pasárselo bien. Yo recomiendo el Taekwondo porque es un deporte en el que además de poder desarrollar aptitudes físicas, se inculca un respeto y una disciplina poco habituales en otros deportes.

 

¿Y concretamente, en qué le ha ayudado a usted el Taekwondo a nivel personal?

Me ha enseñado a valorar lo que cuesta conseguir las cosas en la vida, a darlo todo por un objetivo y que puedes caerte 100 veces antes de llegar. Sin duda alguna este aprendizaje se lo debo al deporte.

 

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¿Nos deja definirle como ‘el Messi del Taekwondo’?

No me gustaría compararme con Messi. Si es cierto que en competiciones me ha ido muy bien y he podido lograr todos los títulos a los que aspiraba. Mi objetivo es intentar seguir arriba. Pero en un deporte individual si ganas, te llevas la gloria, pero si cometes un fallo no hay nadie que te salve.

 

Siguiendo con el Barça, sabemos que usted es un gran culé. ¿Qué le parece el equipo este año?

Así es, lo soy. De hecho tuve el placer de ser invitado junto con más medallistas olímpicos al clásico de la Supercopa de España que se jugó en el Camp Nou, fue muy bonito. En cuanto al equipo lo veo bien. Guardiola hizo un gran trabajo que Tito ha continuado. La Liga está prácticamente en el bolsillo y espero que nos podamos llevar una buena alegría en la Champions.

 

Pese a que aún queremos verle ‘dando guerra’ en los tatamis, ¿se ha planteado alguna vez su futuro una vez termine su carrera deportiva?

En efecto. Desde siempre he querido abarcar el mayor abanico de posibilidades para cuando termine mi carrera deportiva (estudia Criminología y Administración y Dirección de Empresas). Hay que estar preparado porque se puede acabar en cualquier momento: ya sea por una lesión o porque llegue un competidor más joven y me gane. Cuando tenga que dejar de competir quiero tener una carrera que me permita tener una profesión.

 

 

Javier García de Alcaraz (Sport.es)

Equipo masTaekwondo.com

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