Luego de casi dos semanas en Corea del Sur (Ver: México desembarcó en Corea del Sur y ya se prepara para el Mundial) arribó a la Ciudad de México el combinado tricolor.

Según lo reflejado por el medio periodístico mexicano ESTO, los atletas fueron forzados a regresar a México luego de haberse declarado estado de guerra entre Corea del Sur y Corea del Norte, por lo que ya no cumplieron en tiempo con los entrenamientos que tenían previstos hacer en el país de oriente. Sin embargo coincidieron en que el ambiente en Seúl, donde ellos permanecían, no era de pánico y mucho menos de alerta; incluso apuntan que no recibieron alguna indicación especial por ser extranjeros y que lejos de permanecer encerrados hacían sus entrenamientos normalmente y hasta tiempo hubo para visitar lugares de la ciudad.

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Según Idulio Islas, capitán del equipo masculino, las dos semanas de entrenamiento fueron bastante productivas. “Hicimos muchos combates y el último día nos enfrentamos a la selección de Corea, lo cual nos ayudó mucho para hacer un análisis y corregir errores”, explicaba Islas.

“Es una selección con muchos novatos, pero estoy contento por el carácter y la actitud que tuvieron, aunque existen errores por corregir, tanto míos como de mis compañeros, nos sentimos muy felices por haber hecho este campamento”. Continuaba el capitán.

“Los viajes a la universidad, al hotel o a donde comíamos los hacíamos muy tranquilos; la ciudad se veía calmada. Lo que sí es que previo a regresarnos nos dimos cuenta que comenzaron a surcar el cielo más aviones militares, pero hasta ahí. Jamás hubo alguna explosión o algo que nos intranquilizara”, señaló.

“Solo nos faltó una semana, el equipo cumplió bastante bien, ahora hay que seguir entrenando para los campeonatos de Canadá y Suiza”, concluyó.

Para completar esa semana por la que no pudieron permanecer en Corea del Sur, el cuerpo técnico azteca aseguró que tendrán que programar algunos combates con deportistas de los estados mexicanos y así cumplir con el programa establecido.