Juan Fernández Rey
(Galicia, España)
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (Uvigo)
Campeón de España Absoluto 2012.

http://www.juanfernandeztkd.com/

 

 

Introducción:

La práctica deportiva exige al deportista manejar un determinado grado de información para desarrollar su actividad con un cierto nivel de precisión y éxito. En función del tipo de deporte la información que el ejecutante maneja es diferente, tanto cuantitativa (cantidad de estímulos) como cualitativa (tipo, intensidad, forma, etc de los etímulos).

En los deportes de situación, entre los que se encuentra el taekwondo, el rendimiento es la forma adecuada de actuación en el momento preciso para unas condiciones concretas (Hagedorn, 1983). Esa elección de un patrón o esquema motor adecuado (forma de actuación) la denominamos toma de decisión. Por lo tanto, sabemos que en este tipo de prácticas deportivas el ejecutante está continuamente tomando decisiones. Esas decisiones son consecuencia de su capacidad para percibir, captar, analizar y gestionar la información relevante en el contexto preciso.

Pero, ¿Qué tipo de información percibe el deportista? ¿Por qué los deportistas expertos y los principiantes perciben y gestionan la información de forma diferente? ¿Qué información es pertinente para el éxito en taekwondo? ¿Cómo formo a un deportista para que se convierta en un experto gestor de información? Estas preguntas son las que trataremos de responder a continuación.

La percepción.

Los seres humanos estamos dotados de un complejo sistema de órganos sensoriales que aportan diferentes estímulos al Sistema Nervioso. Estos órganos captan información, que se transmite en forma de impulso nervioso, pero que por ellos mismos no aportan información al sujeto. La percepción, por el contrario, es el acto de interpretar esa información que llega al Sistema Nervioso a través de las distintas modalidades sensoriales.

El proceso sensorial solo implica la detección y discriminación de un estímulo por parte de los órganos de los sentidos, mientras que el proceso perceptual requiere ya una cierta interpretación, por parte del organismo, de la información procedente de la estimulación.

Los tipos de información que recibe el deportista:

Los seres humanos tenemos tres fuentes principales de información: la exteroceptiva (la información que recibimos del entorno), la propioceptiva (nos permite conocer la situación de nuestro cuerpo a nivel muscular, articular, nuestra postura y posición) y la interoceptiva (sensaciones que provienen de los órganos internos y vísceras). Para llevar a cabo una práctica deportiva exitosa tenemos que aprender a dirigir y organizar nuestra percepción en este mar de estímulos; este es el primer paso para una decisión correcta.

Cada tipo de estímulo que el atleta recibe le puede aportar información sobre diferentes aspectos, por ejemplo: la información propioceptiva nos permite dominar y regular nuestra ejecución técnica, la información extereoceptiva nos permitirá conocer la situación con el entorno, con mi rival y mi relación con ambos. Por este motivo es importante saber jerarquizar los estímulos en función de su relevancia y relacionar la información que nos aportan con el objetivo a conseguir.

Los estudios nos han mostrado que los expertos y los principiantes no dan el mismo tratamiento a la información, como podemos ver a continuación en la tabla resumen extraída del libro Neurociencias y Deporte. Psicología deportiva. Procesos mentales del atleta escrito por diversos expertos y coordinado por Dr. Stefano Tamorri, publicado en 2004 por Editorial Paidotribo.

 

Los procesos para regular y entrenar la percepción.

Hoy en día sabemos que percibimos la información mediante esquemas perceptivos, es decir, no analizamos y damos significado estimulo por estímulo, ya que esto sería imposible e ineficaz. Lo que hacemos es asociar estímulos sensoriales a un determinado tipo de situaciones de manera que nos dan información concreta para ese momento, lugar y acción. Pondré un ejemplo. Cuando conducimos por la ciudad, no percibimos por separado los diferentes estímulos: velocidad de mi coche, velocidad del coche de al lado, de adelante y de atrás, distancia con el coche de al lado, de adelante y de atrás. Si no que lo integramos en un esquema perceptivo que me permita relacionar mi velocidad, con la de los coches que me rodean y la distancia que nos separa. Este esquema me permite manejar sin tener un accidente. Todo conductor novato, que no ha desarrollado este esquema perceptivo ha padecido el trago de tener que interpretar por separado.

En el deporte, y en la vida, la percepción se organiza igual. Por este motivo, tenemos que enseñar a nuestros deportistas a saber qué información deben percibir, que significa, como deben estructurarla. Pero vayamos paso a paso.

Como hemos visto, el deportista recibe diferentes tipos de sensaciones, interoceptivas, propioceptivas y exteroceptivas. La primera está más relacionada con sensaciones viscerales, la segunda la podríamos relacionar más con la acción técnica y la tercera con la relación con el entorno, que en un deporte de situación, es la principal fuente de información, pues según Sampedro, J. (1999) la visión representa el 80% de la información necesaria para desarrollar un movimiento correcto. Por este motivo, he considerado que las principales percepciones que se deben tener en cuanta en el taekwondo son:

  • Distancia propia: se refiere a la localización espacial en la cual el propio competidor puede efectuar un golpeo efectivo.
  • Distancia del rival: se refiere a la localización espacial en la cual el rival puede lograr un golpeo efectivo.
  • Lateralidad y dominio de lateralidad: es decir, cual es la lateralidad predominante del adversario y sus habilidades con cada una.
  • Actitud y forma de ocupar el espacio: hace referencia a las variaciones en la actitud y posición del rival en función de su conducta, por ejemplo un gesto previo a una acción, o un gesto repetido rítmicamente.
  • Técnicas efectivas y nivel de golpeo: se refiere al reconocimiento de las técnicas de mayor éxito y su nivel (tronco o cara).

La percepción de la información propioceptiva y la ejecución técnica (cómo enseñarla y entrenarla) es otro tema de estudio que trataremos en otro momento, puesto que, aunque condiciona la toma de decisión lo hace en menor grado que la información del entorno.

El siguiente paso en el entrenamiento de la percepción es pasar de reconocer a interpretar los estímulos. Una vez que le presentamos al deportista aquello que tiene que percibir, debemos enseñarle las consecuencias de cada percepción. Un ejemplo, la distancia. Si enseñamos a nuestro deportista que existen diferentes tipos de distancia debemos presentar las consecuencias posibles en cada una.

  • Distancia larga o de seguridad: no existe riesgo ni posibilidad de golpeo.
  • Distancia crítica o de acción: existe riesgo o posibilidad de golpeo.
  • Distancia corta o cuerpo a cuerpo: no hay suficiente distancia para golpear.

Dotar de significado y consecuencias a la percepción va a facilitar la toma de decisión, pues si reconozco un estimulo, y asocio una consecuencia, automáticamente descarto una serie de posibilidades tanto por mi parte como por las del rival y considero otras posibilidades con más probabilidad.

Por último, debemos integrar en el esquema las diferentes percepciones. Esto significa que tengo que asociar distintas situaciones posibles que irán condicionando y acotando mucho más mis posibilidades de acción y las de mi rival. Por ejemplo, si asocio la distancia, con la lateralidad y la actitud corporal puedo deducir la situación que se presenta y descartar y considerar acciones mucho más concretas.

Para educar el proceso perceptivo, hay que hacerlo desde la consciencia, es decir, primero debemos asegurarnos que el deportistas lo está percibiendo, le está otorgando un significado y asociando una serie de posibilidades de acción. La mejor metodología es el descubrimiento guiado, y se pueden utilizar recursos como cuestionarios, visionado de vídeos, tareas en las que el deportista narre lo que percibe y las consecuencias, etc.

Por último, sabemos que existen otros procesos cognitivos que influyen y condicionan la percepción. El principal, sin duda, es la atención. La atención puede ser solicitada por algún estímulo relevante (una explosión repentina) y dirigida por el sujeto (prestar atención a…). Debemos educar la atención, de tal forma que el competidor preste su atención a aquellos estímulos relevantes y deje de lado aquellos que no lo son. Para este propósito se puede utilizar la misma metodología: tareas en las que el competidor narré lo que percibe (se auto obliga a percibir aquello que es relevante y nosotros le ayudamos a dirigir la percepción), cuestionarios, visionados, descubrimiento guiado, etc.

Solo añadir, que de cara al entrenamiento y aprendizaje, esto nos lleva a una necesidad metodológica: implementar grupos de tareas en las que se vaya incrementando progresivamente la complejidad perceptiva (desde pocos estímulos presentes a muchos, desde ningún estímulo distractor a muchos, desde la solución perceptiva y decisional única a la múltiple).

 

“Comportamiento Táctico”

 

La percepción y el tratamiento de la información: diferencias entre expertos y principiantes.

La toma de decisión: los mecanismos que utilizamos para emitir una respuesta.

El entrenamiento de la táctica: condiciones, fases y metodología.

 

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