Carlo Molfetta, Oficial de Policía de 1,83 supo imponerse ronda a ronda entre deportistas que superaban los 2 metros de altura y lógicamente lo sobrepasaban en muchos kilos. “Nunca me rindo, yo quería una medalla olímpica” expresaba el romano y cuando se le pregunto sobre a quién dedicaba este triunfo fue contundentemente honesto: “Es un regalo a mí mismo.”

Molfetta llegó al oro tras superar en octavos de final a Alisher Gulov de Tayikistán por 7 a 3. Ya en cuartos de final libró una gran batalla contra el chino Xiaobo Liu a quien superó por 6 a 5. Por el pase a la final y donde se aseguraría medalla, el carabinieri romano realizó un peleón contra del Bi Campeón del Mundo Daba Modibo Keita quien los sobrepasaba en 20 centímetros y a quien Molfetta pudo hacer caer con una patada a la cabeza de manera increíble. El score final fue de 6 a 4 a favor del italiano y de esta manera enfrentaría en la final al representante de Gabón, Antonhy Obame, quien accediendo a la pelea por el oro ya aseguraba la primera medalla para Gabón en toda su historia olímpica entre todos los deportes.

Obame, es un atleta africano que entrena en Francia a las órdenes del Bi Campeón del Mundo de España, Juan Antonio Ramos y quien en su tan corta historia como entrenador, ya ha logrado resultados impresionantes que lo cotizan en alza como un técnico realmente valioso, llegó hasta la final dejando en el camino a Samoa, Cuba y nada menos que a Bahri Tanrikulu de Turquía en semifinal.

La final de los hombres más pesados del mundo de nuestro deporte, fue un match muy parejo entre el africano y el europeo que terminó al tercer round empatado en 9 y obligó a realizar un cuarto asalto de muerte súbita, que también finalizó empatado. A la hora de la decisión los jueces se inclinaron por Carlo Molfetta de Italia que sin dudas demostró llevar más la iniciativa del combate.

Los bronces fueron para el chino Xiaobo Liu, quien dejó sin presea a Turquía y para el cubano Robelis Despaigne, quien tras la sorpresiva deserción de Daba Modibo Keita de Mali en la pelea por el bronce, se alzó con la presea sin pelear. Según la organización olímpica, Daba no pudo presentarse al combate debido a una grave lesión.

En la división femenina de +67 Kg., Milica Mandic de Serbia derrotó en la final a Anne-Caroline Graffe de Francia. Graffe llegaba a Londres como suplente de la bicampeona mundial y medallista olímpica Gwladys Epangue, quien no pudo llegar a la cita olímpica a causa de una grave lesión producto del resurgimiento de la tuberculosis que contrajo durante su infancia (Ver Nota).

El camino de Milica Mandic de Serbia hasta la medalla dorada se forjó tras dejar en el camino por amplia diferencia en la primera ronda a Talitiga Crawley de Samoa por 16 a 2. A la mexicana María del Rosario Espinoza en cuartos de final por 6 a 4 y a Anastasia Baryshnikova por 11 a 3, victoria que ya la colocaba en la final olímpica.

Por su parte Anne-Caroline Graffe peleó por el oro tras derrotar a Nataya Mamatova de Uzbequistán por 17 a 9. En cuartos nada menos que a la representante de Corea por 7 a 4 y en semifinal a Cuba.

El combate por el oro fue realmente equilibrado, ya que nadie marcaba gran diferencia en el marcador hasta poco antes del final que la serbia supo marcar los puntos necesarios y ganar el oro olímpico por 9 a 7.

Los bronces fueron para rusa Anastasia Baryshnikova y la mexicana María del Rosario Espinoza, quienes derrotaron por la medalla a Corea y Cuba respectivamente.