Los videos publicados por masTaekwondo.com en su página de Facebook, en realidad son dos, y en ambos podemos ver al mismo niño, Frederik Emil Olsen, en uno con 7 años y en el otro ya con 8 años de edad.

Dicho material muestra a un niño con condiciones técnicas muy superiores a las de sus rivales, quienes en varias ocasiones, reciben verdaderas palizas.

Los comentarios de nuestros lectores son muchos y de los más variados, pero en general hablan muy bien del niño, exclamando que se trata de un verdadero prodigio y sin dudas un futuro campeón olímpico. Son pocos los que hacen un análisis más profundo de la situación.

Fernando Akilian (Especialista en Iniciación Deportiva) y Claudio Aranda (Especialista en Alto Rendimiento) se reúnen nuevamente para realizar un artículo sobre dos temas que están permanentemente en mesa de debate.

En su primer trabajo juntos “Iniciación Deportiva y Alto Rendimiento en el Taekwondo: ¿Opuestos o complementarios?” ya se habló de esta problemática, pero con la aparición de este video y la gran cantidad de opiniones vertidas al respecto, decidieron escribir para realizar un análisis al respecto.

 

http://youtu.be/YkGPsoB338I

 

 

Lic. Prof. Fernando Akilian

Maestro de Taekwondo 4º Dan Kukkiwon

Profesor de Educación Física

Licenciado en Actividad Física y Deporte

Licenciado en Ciencias de la Educación

Autor del libro “Taekwondo Olímpico. Enseñar el arte de jugar el deporte”

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Claudio Antonio Aranda

Entrenador Nacional de Taekwondo WTF

Preparador Físico y Metodólogo de Alto Rendimiento

Entrenador del Comité Olímpico Guatemalteco

.Introducción

El presente artículo no será una tesis ni mucho menos sino un aporte teórico hacia la práctica. En este caso, convocado por masTaekwondo.com, sobre la publicación del video de un niño de tan solo siete años de edad realizando un combate mediante las habilidades específicas del Taekwondo y un supuesto talento que se observa frente a otros niños que tienen, aparentemente, la misma edad y contextura física.

Utilizaré palabras con el circunstancial de modo, relacionadas con la posibilidad de duda, porque todos pudimos apreciar tan solo unos cuantos minutos de un video publicado por masTaekwondo.com en Facebook

No estuvimos allí y creemos que la mayoría de los lectores tampoco viven en Dinamarca, por lo tanto, no conocemos la historia y crecimiento de este niño como deportista, que por cierto, es muy reciente, ya que declaran que en solo dos años de práctica ha logrado apropiarse de muchos contenidos de este deporte. Sería muy poco serio de nuestra parte ser absolutistas en nuestras opiniones con este caso en particular. Sin embargo, quienes estudiamos los temas relacionados a la Iniciación deportiva y su didáctica, como así también el Alto Rendimiento en el deporte, nos parece pertinente poder aportar algunos conceptos y reflexiones, luego del gran aporte de los foristas de masTaekwondo.com en Facebook.

 

Desarrollo

Cuando desarrollamos un tema en particular, siempre es conveniente definir algunos conceptos, en este caso, el de Iniciación Deportiva (ID). El español Contreras Jordan y equipo (2009) quienes escribieron un importante artículo sobre el concepto de ID destacan que en la actualidad este tema resulta muy complejo y presenta una multiplicidad de definiciones. Ellos analizan lo estudiado por Sánchez Bañuelos (1984) que enfoca el concepto desde el punto de vista del producto a que da lugar, por lo que para este autor, un individuo está iniciado “cuando es capaz de tener una operatividad básica, sobre el conjunto global de la actividad deportiva en la situación real de juego o de competición”.

Por otra parte, Hernández Moreno (1988) en Blázquez Sánchez (1995) considera a la ID como proceso y como producto, de tal forma que, para este autor, la ID “es el proceso de enseñanza – aprendizaje seguido por un individuo, para la adquisición del conocimiento y la capacidad de ejecución práctica de un deporte, desde que toma contacto con el mismo hasta que es capaz de jugarlo o practicarlo con adecuación a su estructura funcional”. También considera que “un individuo está iniciado en un deporte, cuando tras un proceso de aprendizaje adquiere los patrones básicos requeridos por la motricidad específica y especializada de un deporte, de manera tal que además de conocer sus reglas y comportamientos estratégicos fundamentales, sabe ejecutar sus técnicas, moverse en el espacio deportivo con sentido del tiempo de las acciones y situaciones y sabiendo leer e interpretar las comunicaciones motrices emitidas por el resto de los participantes en el desarrollo de las acciones”.

Para Blázquez Sánchez (1995) el común denominador de tales definiciones lo constituye la aceptación de que la ID es un proceso cronológico durante el cual el individuo tiene nuevas experiencias regladas sobre una actividad deportiva. Ello lo lleva a señalar que “tradicionalmente, se conoce con el nombre de ID el periodo en el que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes; dicho proceso no debe entenderse como el momento en que se empieza la práctica deportiva, sino como una acción pedagógica, que teniendo en cuenta las características del niño o sujeto que se inicia, y los fines a conseguir va evolucionando progresivamente hasta llegar al dominio de cada especialidad deportiva”.

Cuando un niño presenta un talento especial en cualquier deporte, nadie piensa en coartarle la posibilidad de seguir aprendiendo o reprimirle sus notables capacidades. Pero sí deberían pensar aquellos que ocupan el rol de entrenadores y los padres: en qué momento de la vida se encuentra el menor, su proyección, sus intereses, su estado emocional, su vida social, su vida escolar formal. Así como debemos proteger a los niños talentosos también deberíamos hacer lo mismo de aquel que “juega” en un combate de Taekwondo frente a él.

Está comprobado que el deporte en la edad infantil y juvenil favorece el desarrollo de las funciones biológicas, de las estructuras orgánicas, colabora en la formación integral como la educación en valores y actitudes sociales, pero una exigencia a la media puede provocar serios daños. Esto también motiva a que estemos atentos cuál es la formación de los entrenadores o técnicos deportivos para poder llevar adelante su crecimiento y rendimiento.

Se puede apreciar en el video, que los adultos que lo publican en un medio de comunicación tan masivo como es masTaekwondo.com, resaltan del niño aspectos cuantitativos de su persona, es decir, la cantidad de medallas ganadas en dos años de práctica (de los 5 a los 7 años de edad), la cantidad de torneos internacionales en los que participó y los títulos obtenidos.

Es muy común que, entre aquellos que sostienen que la especialización deportiva temprana es necesaria y fundamental para pensar en los futuros campeones olímpicos, las cargas de entrenamiento y su similitud a la práctica del adulto sea a la par. Por eso mismo, podemos observar que compiten con el mismo reglamento que los juveniles y adultos cinturones negros a nivel internacional, sabiendo (o no) los riesgos que eso conlleva para niños tan pequeños.

Por otro lado, no deberíamos utilizar la comparación que muchos hacen, relacionando un golpe a la cabeza con un pelotazo en esa parte del cuerpo jugando al fútbol, ya que el impacto certero de un pie sobre la nariz, boca o faringe en un niño de siete años podría tener características y consecuencias muy diferentes. Además, y está más que afirmado por médicos pediatras, deportólogos, psicólogos y especialistas del deporte infantil, que no es conveniente que los niños reciban ni pelotazos, ni golpes de puño, ni patadas a la cabeza, ya sea con o sin protector, dentro de un área o en la calle. Por supuesto que puede haber casos fortuitos, no buscados.

Según Hahn (1988) el adelanto de la edad de máximo rendimiento, sobre todo en determinadas disciplinas, motiva a federaciones, clubes y entrenadores a iniciar el proceso de entrenamiento dirigido al alto rendimiento cada vez con más precocidad, para obtener mejores resultados. También afirma que, la búsqueda del éxito por parte de dichas instituciones, federaciones y clubes contribuye en muchos casos a esta especialización temprana y por último, la actitud de los padres, es decisiva.

Frente a este panorama, algunas preguntas surgen: ¿cómo han hecho los deportes para iniciar a los niños en sus deportes? ¿Cómo ha sido el plan que han pensado los entrenadores para iniciar a los niños en el maravilloso mundo del deporte y su práctica? ¿De qué forma sostienen sus prácticas promocionando la amistad, los valores sociales y el desarrollo de las distintas áreas cognitivas, socio afectivas y psicomotoras? Es interesante analizar “La Carta de los Derechos del Niño en el Deporte”.

Aquella es una adaptación de la “Carta de los Derechos de los Deportistas Jóvenes” preparada bajo el auspicio de la Alianza Americana para la Salud, la Educación Física, el Ocio y la Danza, creada en 1986. Allí, un grupo de expertos compuesto por entrenadores y especialistas en la práctica deportiva en los niños, fueron comisionados por el Departamento de Instrucción Pública del Cantón de Ginebra, a fin de elaborar una enseñanza destinada a las personas que se ocupan del deporte en niños, particularmente la franja estaría entre los 6 y 13 años. También la organización “Save the Children” que trabaja en la defensa y promoción de los derechos del niño, en una publicación de su filial en España, llamada “Niños en competición” (2008) recomienda que en ningún caso un niño menor de siete años practique un deporte de forma competitiva y que a estas edades se debe acabar la idea de que los sacrificios son necesarios para ser un campeón.

Cuando un niño es muy talentoso y cuenta, por indicaciones de su entrenador, con altas cargas y horas de entrenamiento, seguramente esta situación, generará una desventaja frente a los niños de su misma edad o estadio evolutivo. Existen experiencias en la práctica del deporte en las que, con el pasar de los años, los otros niños crecen, maduran y alcanzan la agilidad y la velocidad de ejecución de las habilidades especificas de ese niño o niña, y de una manera realmente sorprendente lo alcanzan. Por eso, a veces, es solo cuestión de maduración, de tiempos de vida.

Al ojo del adulto, todas estas presentaciones (como puede pasar con la del niño danés de siete años) le llaman poderosamente la atención y más cuando se observa a niños con talentos especiales.

En ocasiones, algunos padres y entrenadores deportivos pareciera que hacen un trabajo de futurología, es decir, lo presentan como el futuro campeón olímpico porque en ese momento ejecuta técnicas o convierte goles o emboca balones en el cesto de Básquet como lo haría únicamente un joven o adulto cinturón avanzado. ¿Qué adulto puede asegurar que cualquier niño/a con talento prematuro será un campeón olímpico? ¿Qué sucedería si al cumplir los 13 o 14 años de edad comienza a salir con su primera novia y deja la práctica del deporte? o también, y puede pasar, que se sature de tantas horas de entrenamiento que se vienen prolongando desde hace muchos años en un mismo deporte y desee probar otro. Justamente, la especialización deportiva precoz puede conducir a estos y otros diversos caminos.

Cada vez más, es común ver deportes infantiles en los cuales el objetivo principal son los resultados a nivel competitivo, de esta manera se entrena al niño para que obtenga un determinado resultado, esto es Especialización Deportiva Temprana (EDT) o precoz. En general la EDT puede acarrear riesgos de tipo físico, psicológico e incluso deportivo y motriz.

Un niño pequeño puede tomar algunas decisiones cuando juega o cuando desea hacer sus necesidades básicas, el resto las toman los adultos. No nos cansamos de ver a los niños chinos entrenando alto rendimiento porque “su” objetivo es la medalla olímpica… ¿o la de los padres? Que un niño realice una EDT, seguramente es porque hay padres que lo aprueban y entrenadores convencidos que en base a entrenamientos rigurosos se pueden lograr medallas, campeonatos y, en algunos deportes, futuras salvaciones económicas. Podemos nombrar como ejemplos de EDT a la gimnasta Nadia Comaneci o a la tenista Jeniffer Capriati, que desde muy pequeñas entrenaban horas y horas dejando de lado la infancia ¿a costa de qué?

Por suerte, se está comenzando a dar espacios de debate y reflexión en los cursos de capacitación para entrenadores y futuros entrenadores de Taekwondo de varios países sobre qué es la ID, los riesgos de una EDT y todo lo que ello conlleva, en especial cuando está dirigido a niños y niñas.

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Conclusiones

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Para finalizar este tema (o mejor, dejarlo con puntos suspensivos) nos gustaría aportar algunas cuestiones que deberíamos tener en cuenta en la ID de los niños.

A los entrenadores: Respetar las fases sensibles y los períodos de maduración.

Un entrenador debería planificar sus clases donde pueda:

• Conservar el carácter lúdico.

• Asegurar la participación de todos.

• Reemplazar las competencias por encuentros deportivos.

En base a bibliografía específica en entrenamiento infantil, podemos afirmar que la edad biológica es la medida esencial para cargas y exigencias de rendimiento en las edades infantiles y juveniles.

Los entrenamientos excesivamente duros y los inevitables microtraumatismos (aquí encontramos una característica que aparece en el Taekwondo como deporte de contacto), más aún, con la práctica de la EDT, podrían influir negativamente en el practicante. También lo complejo que significa estudiar el reglamento oficial de Taekwondo si lo deben estudiar niños pequeños. Hasta el momento, no hay bibliografía que acredite que la EDT es favorable o trae ventajas a los niños. Por ejemplo, en el caso del Taekwondo está considerado dentro de los “deportes con riesgo”.

Cosas a tener en cuenta por los padres: Que sus hijos hagan deporte para divertirse.

La actitud de los padres merece un capítulo aparte, y en muchas ocasiones son ellos los que exigen al entrenador resultados y cargas elevadas de entrenamiento.

Desde el presente artículo debemos hacer énfasis en los roles que cada uno cumple en el deporte y marcarlos desde el principio. Si es necesario, reforzarlos y establecer reuniones para ello.

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Bibliografía consultada

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– Blázquez Sánchez, D. (direc.) (1996) La iniciación deportiva y el deporte escolar. Ed. Inde. Barcelona.

– Contreras Jordan, O.  y otros (2009) El Concepto de iniciación deportiva en la actualidad en Reto: Nuevas tendencias en Educación Física, Deporte y Recreación. Nº 15, pp 14-20. Fed. Española de Asociaciones de Docentes de Educación Física

– Durand, M. (1988) El niño y el deporte. Ed. Paidós, Barcelona.

– Frohner, G. (2003) Esfuerzo físico y entrenamiento en niños y jóvenes. Ed. Paidotribo. Barcelona

– Hahn, E. (1988) Entrenamiento con niños. Teoría, práctica, problemas específicos. Ed. Martínez Roca. Barcelona

– Martin, D. y otros (2004) Metodología general del entrenamiento infantil y juvenil. Ed. Paidotribo. Barcelona.

– Save the Children. Filial España (2008) Niños en Competición. Madrid.

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